¿Enderezar? déjelo a expertos
ADIÓS A LAS épocas en las que para enderezar el chasís de una moto el calor de la soldadura era el principal aliado y la calle el taller con los riesgos de una intervención poco técnica e insegura.
Un golpe fuerte, en la mayoría de las ocasiones frontal, en el que sufre con mayor frecuencia es el canuto de la moto, en el que va el tren delantero. Una situación que genera de inmediato preocupación, porque requiere una reparación mayor del vehículo. Reparación que en la que hasta ahora en Colombia, e incluso Latinoamérica se aplicaba la técnica del ojímetro para calcular las desviaciones del chasís y su proceso de enderezada. Una práctica informal y peligrosa porque la moto no recupera sus medidas originales.
Todo empieza, según Andrés Mauricio Muñoz y Esteban Duque de Macrocentro Dismerca, con el diagnóstico visual inicial para ver si las partes afectadas se pueden reparar o cambiar. Algunas de las zonas que se afectan en la moto son los tanques hundidos, el chasís desviado o las barras dañadas.
La moto se lleva al diagnóstico técnico con equipo especial, en el que factores como el cámber o el cáster se miden con base en una base de datos que hoy tiene más de 2.000 motocicletas, y puede crecer más, con las cifras de las medidas de fábrica de cada una y las tolerancias en desviación.
Una vez detectado el problema, la moto va a la máquina de enderezado. Es un proceso en frío para conservar las características mecánicas y estructurales del metal o la aleación en que esté construido el chasís.
El equipo tiene una serie de reglajes en sus distintos ejes que permiten balancear la posición de la moto para que al momento de estirar el chasís la operación se cumpla de manera integral y las fuerzas que actúan sobre la moto se repartan de la manera debida en toda su estructura, sin ocasionar deformaciones mayores o daños estructurales más complejos.
En golpes muy severos el diagnóstico y la reparación se cumplen de manera paralela gracias a la modularidad de los equipos para integrarse uno con el otro. Por lo general las medidas de desviaciones se dan en grados y los técnicos las convierten en medidas lineales (centímetros) que les permiten ubicar con mayor precisión el punto exacto hasta el cual debe estirarse el chasís del vehículo.
Y como también la forma cuenta, también si es necesario, las piezas se pintan nuevamente utilizando técnicas y materias primas propias de ensambladora para garantizar su duración.