Enmascarados del fútbol
LA PROTECCIÓN FACIAL no es una moda de los jugadores, es la forma de cuidarse de algunos problemas en el rostro y la vista.
Edwards Jiménez jamás llegó a pensar que algún día iba a parecerse tanto al Llanero Solitario como hoy.
O que fuera a ser comparado con un moderno Zorro, un Robin -el joven compañero de Batman- o un Fantasma, como lo empiezan a hacer hoy tras su regreso a las canchas luego del incidente con uno de sus compañeros que lo dejó con varias fracturas en su rostro.
Su retorno a las canchas fue con una máscara protectora que, cada vez, gana más terreno en el fútbol debido a las lesiones que se presentan.
Ver un jugador con máscara, gafas o casco protector dentro de una cancha comienza a salirse de lo común.
Se volvió rutinario, por ejemplo, en el Chelsea, porque su arquero titular Peter Cech siempre sale con un casco, que le recomendaron los galenos debido a una operación de cráneo para amortiguar algún fuerte impacto.
La misma situación vivió el defensa del Inter, Christian Chivu. También sucedió con Édgar Davis, quien llamó la atención cada que salió vistiendo la camiseta del Barcelona o el Inter de Milán, por sus gafas, las mismas que utilizaba para atenuar el glaucoma, una enfermedad ocular degenerativa.
Igual han tenido que recurrir a las protecciones faciales entre otras figuras Puyol, Demichelis, Terry, Palermo...
En Colombia, algunas veces las utilizó Bélmer Aguilar, pero ahora se le ve con mucha regularidad al delantero del Itagüí, Edwards Jiménez.
"Es una máscara especial que me elaboraron en Itagüí, con medidas muy exactas para el rostro y que me permiten tener una mayor confianza dentro de la cancha, especialmente en caso de golpes. Estar con ella me da mayor seguridad, porque es una verdadera protección para mi cara, pese a que la recuperación ha sido muy rápida", dice.
Más que un lujo, es una protección facial, así parezcan encarnar al Llanero, Robin, o al Zorro.