Histórico

Entrego a Doña Rumbo con sus tres huevitos: Uribe

EL PRESIDENTE ÁLVARO Uribe Vélez explica la necesidad de que el próximo Gobierno cuide los avances logrados en su administración, para que el país continúe en su camino de cambio y de logros económicos y sociales.

14 de junio de 2010

No quiere dejar consejos ni recomendaciones a su sucesor, pero le pide que cuide bien a Doña Rumbo, la gallinita de los tres huevitos: la seguridad democrática, la confianza de inversión y la política social.

Eso dice Álvaro Uribe Vélez, presidente de la República, en esta tercera entrega de la entrevista con EL COLOMBIANO.

Usted recibe a veces unas críticas muy fuertes de algunos sectores. ¿Cómo hace para aguantarse y no soltar una andanada de improperios en sus intervenciones públicas?
"Usted me consuela porque yo me creía todo lo contrario de lo que usted me describe. Quedo muy bien calificado por su generosidad. Porque yo siempre digo: 'Dios mío, dame control, ayúdame con tu fuerza, dame control'. Yo creo que el trabajo con afecto por Colombia ayuda mucho. Por ejemplo: si uno un sábado se levanta a leer malquerientes, a que lo llamen a decir: 'vea lo que le dijo fulano o perano' y no se va a trabajar, sino que se queda en una tertulia de chismes, descuida sus compromisos con el país y se llena de rabia y de odio, y le pasa lo que a la vaca en el pantano, que mientras más patalea, más se atolla. Pero si uno se levanta, todavía con bastante sueño, hace ejercicio, se baña con agua fría, rezo como pecador, cómo se lo voy a negar, y se va a trabajar todo el día y procura hacer lo mismo el domingo, no tiene tiempo de que le pasen esas tentaciones por la cabeza. Mi mamá siempre nos decía: 'muchachos a montar en bicicleta, muchachos a trotar, muchachos a trabajar para que no tengan malas tentaciones'. Yo diría: 'Álvaro, a trabajar para que tenga menos rabias'".

¿Cuáles serían los momentos que usted califica maravillosos dentro de los años de Gobierno?
"Todos los momentos de diálogo con los compatriotas. Pero hay unos momentos tristes. Cuando estábamos inaugurando el batallón Rodrigo Lloreda, en Cali, y me informan que cuando nosotros estábamos llegando a la zona, a rescatarlos, las Farc asesinaron al doctor Gilberto Echeverri, al gobernador Guillermo Gaviria y a sus acompañantes. Momento muy triste cuando, después de la media noche, nos informamos en Europa del asesinato de los diputados del Valle. Momento muy triste, la muerte de Juan Luis Londoño en un accidente aéreo, la muerte de Pedro Juan Moreno en un accidente aéreo. Momentos que despiertan mucha solidaridad. Estaba yo en el aeropuerto de Madrid, iba para Roma a una reunión que nos presidía el Santo Padre, nos estaba esperando el doctor Juan Gómez, que era el embajador. Estando él en el aeropuerto de Roma y yo en el aeropuerto de Madrid, él fue informado de la muerte de su hermana, doña María Victoria Gómez Martínez. Y le dije: 'Por favor, embajador, lo que usted tiene que hacer es irse ya para Colombia'. No, allá se quedó, acompañándome en Roma. Le dije a mis hijos: 'Miren que nivel de apego al deber', lo recordaré siempre. Me acuerdo cuando empezaba el Gobierno y pusieron ese carro bomba, junto a la Fiscalía aquí en Medellín. O ese carro bomba en Bogotá, en el club El Nogal, eso genera mucha tristeza".

Cuando uno entrega un cargo, casi siempre deja una recomendación. ¿cuál le dejaría a su sucesor?
"A mí me daría pena darle consejos al próximo Presidente. De pronto le voy a decir al nuevo Presidente: vea, una gallinita que yo tengo, que se llama Doña Rumbo, le dejó estos tres huevitos: el de la seguridad democrática, el de la confianza de inversión y el de la política social, para que ayude a empollar estos tres huevitos, señor Presidente. Eso le voy a decir.

Pero eso tiene un sentido en el discurso político. A mi generación la formaron con la idea de que hablar de seguridad era abrir un camino al fascismo, a la dictadura. Creo que hay un vuelco cultural en el país. Hoy la mayoría de los colombianos acepta que la seguridad es un valor democrático, una fuente de recursos. También en mi generación se hablaba siempre de lo social, pero nunca de la fuente de los recursos para lo social. El país ha dado un giro cultural bien importante, hoy se pregunta por lo social, pero también por la inversión, que es la fuente de recursos. Por eso hemos creado ese trípode, ese triángulo de la confianza: seguridad con valores democráticos, inversión con responsabilidad social y fraternidad, y la política social, son inseparables. Creo muchísimo en eso.

Cuando uno habla del déficit, y cuando se lo expresé a los candidatos, nosotros habíamos reducido mucho el déficit, habíamos bajado el déficit del Gobierno Nacional central del 6,5 al 2,3. Pero va a volver a quedar en el 4.5. Hay elementos, ya Ecopetrol no se contabiliza en las cuentas nacionales, tampoco Isagen, por las reformas. Y esas son entidades superavitarias, entonces, ya eso no resta el déficit público. De todas maneras si se nos volvió a subir al 4.5, se está haciendo una proyección para el año entrante del 3.9.

A nosotros nos tocó esta crisis de la economía, la crisis internacional y la crisis con Venezuela, y evitamos que fuera peor su efecto. En crisis anteriores decrecía la economía, el año pasado creció un poquito. Mientras en América Latina decreció 1.7, aquí creció 0.4. Pero lo más importante es que ahora la nuestra se está recuperando con mayor velocidad. Mientras a la Nación se le cayeron los ingresos estimados el año pasado en 10 billones, nosotros le cumplimos a todas las regiones con el incremento de transferencias. Todo eso explica este déficit. Sin embargo, yo creo que hay unos elementos que facilitan su manejo. Primero, la economía está en recuperación. Segundo, Colombia desmontó el subsidio a la gasolina en estos años, ustedes lo sienten al parar en la estación de gasolina y pagar la factura. Históricamente, el pueblo colombiano aceptó esa suba del precio doméstico mes tras mes. De no haber hecho ese desmonte tendríamos un déficit nacional de tres mil millones de dólares.

Tercero, hemos tenido la tasa de inversión más alta de América Latina, es distinto manejar un déficit con una alta tasa de inversión, que con un país con el cual haya pánico para invertir. Y hemos hecho la reforma del Estado. Me han preguntado los candidatos si para cerrar el déficit de salud, la reforma que nos está aprobando el Congreso es suficiente. Les he dicho que no. Yo creo que hay que hacer otro esfuerzo, yo creo mucho que se puede seguir la lucha contra la evasión. Nosotros dejamos un elemento muy importante, que es el programa Muisca, el programa de tributación electrónica. Hoy el 90 por ciento del recaudo de la DIAN proviene de contribuyentes que tienen una relación electrónica con la DIAN, yo creo que el presupuesto nacional tiene que seguir haciendo aportes a la salud, creo que se pueden hacer otras cosas. Por ejemplo, yo defiendo plenamente las cajas de compensación, al Sena y al Bienestar Familiar, pero pienso que se podría llegar a un acuerdo con las cajas de compensación para trasladar un puntico de los 4 que recibe para acabar de cerrar la brecha en la salud.

Nosotros hemos introducido una serie de incentivos tributarios de gran importancia como las zonas francas, la deducción por nuevas inversiones, etc.

Cuando empezó nuestro Gobierno, como se anticipaba un agotamiento de la producción de petróleo, el incentivo se introdujo de manera general. Pienso que con el auge que ya tiene la inversión de petróleo en Colombia, con la recuperación de la producción, se podría quitar el incentivo para inversiones extractivas, inversiones de petróleo, de carbón, de minería.

Y además ya no debe pasar nada porque hay mucha confianza en Colombia. Eso sí, yo diría que los otros incentivos de inversión, ¡por Dios, no los vayan a quitar!. Estamos empollando el huevito de la confianza inversionista. Hace poco me decía un empresario chino: 'mire Presidente, yo tengo la fábrica de confites más grande del mundo en China. Nunca había pensado invertir en Colombia y estoy pensando invertir en Colombia'. Entonces ahora que el país nuestro aparece en la pantalla de los atractivos de inversión, que lo tienen en el grupo de los Civetas (en inglés Civets, nombre de clasificación económica que se forma con las primeras letras de Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica) que son como los nuevos prodigios económicos, yo creo que no sería conveniente quitar los estímulos a la inversión, que bastante pueden ayudarnos en el futuro.

Yo veo la ciudad de Medellín, y todos estos años cuando venía en el avión presidencial aquí, le decía a los compañeros del Gobierno: asómense por la ventana, vean estas montañitas, y esta distancia del mar, esto lo ha hecho aquí la laboriosidad de mis coterráneos. La capacidad de mis coterráneos. Entonces uno ve con mucha preocupación, por ejemplo, pensando en Medellín, cuáles son los nuevos sectores de la economía que tiene que desarrollar.

Ahí están naciendo las zonas francas de salud, eso tiene incentivos. El tema del software, el tema del call center , el tema del Bussiness Process Outsourcing , todo lo que puede hacerse en el sector de servicios, en la industria liviana, etc. Entonces toda esa transformación productiva, necesita incentivos. Por eso nosotros hemos creído que se haría un daño si en nombre de la necesidad de superar el déficit se eliminan los incentivos a la inversión, es la inversión la que nos va a ayudar a superar el déficit.

Pero yo ahí, lo único que le entrego al Presidente, es a Doña Rumbo con los tres huevitos. Le digo ahí le dejo esa gallinita, si usted la ve mal, o algo, mándemela que yo la cuido."

*En esta entrevista participaron: Ana Mercedes Gómez Martínez Beatriz María Arango Francisco Alberto Jaramillo José Guillermo Palacio Carlos Olimpo Restrepo S.