Histórico

“Equus me formó en el amor al caballo”

El campeón antioqueño Daniel Bluman aprendió el amor a los equinos y la gratitud. "Sancha estará conmigo hasta su último momento".

15 de agosto de 2013

Aunque Daniel Bluman solo recuerda vagamente instantes de niñez cuando, de la mano de sus padres, empezó a montar los caballos, sí tiene claro que el amor de hoy por ellos lo encontró en la escuela de equitación Equus.

"Gran parte de lo que soy como jinete se lo debo a mucha gente que en el pasado contribuyó con un granito de arena. Y en ese orden de ideas, la gente de Equus me inculcó el amor por el caballo, que es la cualidad más fuerte que tengo", expresa Daniel Bluman, quien justamente ayer regresó al club que lo vio montar caballos por primera vez y que le rindió un homenaje por su brillante carrera.

"Ellos impulsaron este amor y el sentimiento de agradecimiento por cualquier ejemplar, sea ganador o perdedor. Y así como recientemente Eric Lamaze me brindó su ayuda para conocer más del mundo ecuestre y hoy lo hace Nelson Pessoa, Equus ha sido importante en mi carrera", agrega mientras intenta pasar, como en una película, sus momentos más importantes que ha tenido en la equitación, incluso hasta llegar a los Juegos Olímpicos de Londres-2012. "Estar al lado de ellos, en algún momento de la vida deportiva, ha sido algo grande en mi carrera".

Igual, el joven jinete antioqueño, de 23 años de edad, manifiesta que ha encontrando gente que, coincidencialmente, le ha hecho entender el respeto que todo jinete debe llevar por su caballo. Y, claro, aprender de ellos.

"Con Sancha -su actual ejemplar- he aprendido muchas cosas. Me ha enseñado a ser paciente, a respetarla, a tener fe, a creer que lo difícil también se puede alcanzar si se persevera, a ganar y a perder, a entender que para ganar hay que saber perder. Y, lo más importante, es que no todo en la vida tiene un precio y que no debemos caer ante la tentación de la oferta".

Quizás, por eso, Bluman y Sancha permanecen juntos. "Las ofertas que me han hecho por ella me permitirían vivir tranquilo en el mundo ecuestre; sin embargo, soy agradecido con el caballo. Por eso seguimos unidos, porque hay cosas en la vida que no tienen precio. Sancha estará conmigo hasta el último momento que ella esté. Por la palabra y la promesa, permanecerá conmigo".