Histórico

Estadio le cambió la cara y la vida a Turbo

LOS DEPORTISTAS Y la comunidad resaltan los beneficios de la obra que servirá para aprovechar el talento y proyectar la cantera del Urabá antioqueño.

19 de diciembre de 2011

A John Jairo Tréllez, Princesa Oliveros y Caterine Ibargüen la emoción les hizo una mala jugada al ponerlos nerviosos ante sus paisanos.

Los tres casi que lloran cuando inauguraron, el domingo, con el gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, un estadio para fútbol y atletismo que costó 23.000 millones de pesos, que luce imponente y se convirtió en el nuevo orgullo de los urabaenses.

Lucían felices, porque la nueva generación del deporte de esa zona no tendrá que hacer grandes recorridos ni emigrar buscando nuevas oportunidades como les tocó a ellos y a otros personajes ilustres como Carlos Castro, Evert Palacios, Luis Carlos Perea, Noraldo Palacios, Carlos Gutiérrez, Geovannis Cassiani, Lewis Ochoa y Amaranto Perea.

El exfutbolista Tréllez resaltó que "la dirigencia estaba en mora de construir en Urabá un escenario de calidad que seguramente le brindará más oportunidades a los muchachos que ya tienen más fundamentos para hacer realidad sus sueños".

La atleta Princesa Oliveros está convencida de que con "esta obra, que hace rato estábamos esperando, no sólo hacemos realidad un sueño, sino que nos alistamos para cambiar, para bien, la cultura deportiva y social de la región, siempre y cuando lo aprovechemos al máximo".

Caterine, la saltadora, está tranquila al saber que ya no se perderá tanto talento en estos pueblos, gracias a la construcción de este estadio tan moderno que cuenta con la misma tecnología que se verá en los Juegos Olímpicos de Londres-2012.

Así como resaltó las bondades del escenario, Ibargüen invitó a "los niños y jóvenes a aprovechar la pista para que Urabá siga siendo la gran surtidora de las selecciones de Colombia".

La alegría que derrocharon Tréllez, Princesa y Caterine por la nueva infraestructura deportiva en su tierra, también contagió a Rusvelt López, técnico de las selecciones Turbo de fútbol.

Anteriormente él se lamentaba porque "teníamos los futbolistas pero no había dónde jugar". Hoy se encuentra pletórico al ser testigo de que "el desarrollo deportivo llegó para inspirar a los deportistas e ilusionar a la zona bananera con la creación de un equipo profesional para aprovechar el estadio majestuoso en el que se proyectará la rica cantera que tenemos en Urabá".