E.U. flexibiliza su normativa migratoria
El nuevo enfoque incluye más consideraciones para aquellos inmigrantes que colaboraron con grupos terroristas.
El gobierno del presidente Barak Obama ha flexibilizó las normas para quienes busquen asilo político, refugiados y otros que pretendan visitar Estados Unidos o permanecer en el país, aun si dieron apoyo "limitado" a "terroristas" o grupos extremistas.
El cambio es una de las primeras acciones de Obama relacionadas a la inmigración desde que anunció en enero durante su discurso del Estado de la Unión que recurriría más a menudo a directivas del ejecutivo.
El Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado afirman ahora que ya no se prohibirá, de manera automática, la llegada a Estados Unidos de personas que Washington considera que facilitaron "apoyo material limitado" a terroristas o grupos terroristas.
Una disposición en la ley de inmigración -conocida como fundamentos para la inadmisibilidad relacionada con el terrorismo, que se promulgó luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001- afectaba a cualquiera que fuese considerado como una persona que apoyó actividades de ese tipo.
Con pocas excepciones, la disposición se ha aplicado rígidamente sobre quienes intentan ingresar a Estados Unidos o sobre quienes ya se encontraban en el país pero que deseaban cambiar su condición migratoria.
La ley puso al agente de bienes raíces Morteza Assadi, de 49 años, quien reside en el norte de Viginia, en una especie de purgatorio de inmigración, porque no se ha dado trámite a su solicitud de residencia permanente durante más de una década.
Durante su adolescencia en Teherán, Irán, al comienzo de la década de 1980, Assadi distribuía volantes de un grupo muyaidín que se oponía al gobierno del ayatolá Rujolá Jomeini, ya que en aquel entonces el gobierno de Estados Unidos la consideraba una organización terrorista.
Assadi dijo que relató al gobierno de Estados Unidos sobre sus actividades cuando él y su esposa solicitaron asilo a finales de la década de 1990. Esas peticiones fueron respondidas y su esposa se convirtió desde entonces en ciudadana estadounidense. Sin embargo, el caso de Assadi, como miles de otros, continúa estancado.
A finales de 2011, los Servicios de Ciudadanía e Inmigración dijeron que unos 4.400 casos afectados estaban retenidos mientras el gobierno revisaba posibles exenciones a la norma. Se desconoce cuántos de esos casos continúan pendientes.