Histórico

Exequias de G. Gaviria, homenaje al maestro que murió enseñando

03 de septiembre de 2014

"Benditos los pueblos que tienen bibliotecas públicas, porque ellas iluminan las mentes tempranas de los niños".

Con estas palabras, Adela Correa despidió ayer, en una sencilla, pero concurrida ceremonia de exequias en la Basílica Metropolitana de Medellín, a su esposo, el ingeniero, empresario y periodista Guillermo Gaviria Echeverri.

Doña Adela, con voz entrecortada, recordó cuando lo conoció a los 12 años, siendo Guillermo 7 años mayor que ella, en la biblioteca del frente de su casa en Frontino, la cual él frecuentaba con los compañeros de estudio que, en silencio, lo escuchaban cuando les explicaba.

Pasaron los años, dijo, y seguía enseñando, pero a sus compañeros de la Escuela de Minas, de la Universidad Nacional de Medellín, "una serie de hombres que iluminaron esta Antioquia con sus mentes".

"Enseñó toda la vida, aprendió y enseñó y murió dándonos ejemplo de resignación, valor ante la muerte, la enfermedad y el envejecimiento", concluyó Adela, en medio de repentinos aplausos de los feligreses.

Su hijo, el alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria, agradeció a los presentes que llenaron el recinto sagrado y lo interpretó como una señal de aprecio a su padre que, según él, tocó la vida de muchos de ellos con su inteligencia, pasión, decisión y esfuerzo.

En medio de sus palabras reflexionó sobre la vida y la muerte. Imploró porque en Colombia no más familias vean truncadas sus vidas por decisiones violentas de otros como les ocurrió a ellos con la muerte a manos de las Farc de su hermano mayor, el exgobernador de Antioquia Guillermo Gaviria, "y más vidas terminen como la de mi padre, por el desgaste natural del organismo y la decisión del Creador".

Adelaida Gaviria, la quinta de los ocho hijos de la familia Gaviria Correa, recordó cuando su padre les decía que "más que saber hablar tenían que saber actuar".

A la ceremonia, que fue presidida por el Arzobispo de Medellín, monseñor Ricardo Tobón, asistió el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, en representación del presidente de la República, Juan Manuel Santos.

También estuvieron, entre otros, el expresidente Álvaro Uribe; empresarios, congresistas, exministros, funcionarios y antioqueños de toda clase social que le quisieron rendir un último tributo al "maestro que se murió enseñando".