Histórico

Fajardo, la mole

02 de septiembre de 2011

Opinar y a la vez recibir comentarios de los lectores es una de las grandes satisfacciones que da la virtualidad.

Los columnistas de hace algunos años, cuando ni se pensaba en la interacción que daba internet, tenían que conformarse con lo que sus conocidos les retroalimentaban, en una pobre manera de medir el pulso.


Hoy, para saber qué reacción generó nuestro punto de vista, tenemos el muro del periódico a disposición de los lectores y los correos privados que llegan luego de cada escrito.

La semana pasada, el lector JorgeLopez (así firma), en respuesta a un comentario suelto que hice, dijo: "Qué le parece si en otra columna nos cuenta por qué a su juicio Fajardo es una mole".

Pues bien, en respuesta a don Jorge empiezo diciendo que seguramente lo que sigue molestará a muchos que no han querido ver la realidad de la campaña a la Gobernación.

Lo claro es que la puja no será entre la clase política y los antipolíticos, como sí ocurrió en otras elecciones donde participó el grupo de Sergio Fajardo. Viéndolo desde el punto de vista pragmático, la disputa de octubre será entre una persona altamente reconocida y dos que no lo son.

Aunque muchos dirán que la campaña es precisamente para visibilizarlos, la realidad es que en menos de dos meses es muy difícil remontar las diferencias que existen sin que medie un evento extraordinario.

Carlos Mario Estrada podría tener como plus al expresidente Uribe, y según la última encuesta conocida eso le habría ayudado a subir, pero no lo suficiente: hay una distancia de casi 40 puntos con el primero.

Por su parte a Álvaro Vásquez la buena estrella del gobernador Luis Alfredo Ramos no le ha generado aún el brillo que necesitaba para despuntar y sinceramente a sólo 57 días de la jornada electoral será muy difícil que lo haga.

Los contendores de Fajardo se concentraron en hacer campañas con imágenes prestadas: el uno centró sus esfuerzos en el expresidente, del que consiguió apoyo visible hace sólo un mes, así lo registra su misma página web en un comunicado fechado el 2 de agosto en el que dice: "Álvaro Uribe inicia campaña con Carlos Mario Estrada".

El candidato conservador, por su parte, está atado a un gobernador que tiene una excelente imagen pública pero que no puede apoyarlo de manera directa en el nicho de opinión, su fuerte.

No es solamente porque Fajardo sea buen candidato (que lo es), que está convertido en una mole; sino porque del otro lado le dejaron el espacio libre para que avanzara sin tropiezos. Además no está sentado esperando que sus números se engorden solos, viene recorriendo el departamento sin perder su frente: el Valle de Aburrá, donde seguramente sacará el 65% de sus votos.

¿Qué tiene para hacer la clase política entonces? Dejar de ser tan miope y reconocer que lleva años haciendo las cosas mal, porque cuando eso ocurre inevitablemente llegan a coparles el espacio.