Familia unida y sólida, fundamento de la sociedad
En estos tiempos de cambio, de crisis, la familia debe estar preparada ante circunstancias adversas que se generan por hechos que alteran el entorno social de nuestros hijos, de nuestros jóvenes.
La razón de la sociedad, la columna vertebral del desarrollo de una comunidad, es una familia unida y sólida, que sea el fundamento de los principios, los valores, los derechos y los deberes, y un factor de rechazo a todas las formas de violencia.
De la fortaleza del núcleo familiar dependen numerosas circunstancias de vida y hoy vemos, dolorosamente, que en muchos casos ese núcleo dejó de ser una prioridad y está al vaivén de los riesgos que llevan a situaciones de conflictos graves y desenlaces fatales.
En estos tiempos de cambio, de crisis en el devenir de la economía y de revoluciones tecnológicas, la familia debe estar preparada ante circunstancias adversas que se generan por hechos que alteran el entorno social de nuestros hijos, de nuestros jóvenes.
Preocupan las cifras de violencia intrafamiliar que durante 2010 registraron 2.363 denuncias, y en lo corrido de 2011, 748. La violencia es una de las realidades que más esconden las personas maltratadas o que conocen de una situación de maltrato, sea por temor a las reacciones del maltratante, por indiferencia o por ignorancia. Está comprobado que la violencia intrafamiliar en cualquier forma, sea en la pareja o de padres a hijos, priva a las personas de la libertad y de sus derechos y dificulta el desarrollo del individuo y de su familia. Sus efectos se ven en lo físico y lo emocional y en las formas de conducta, generalmente violentas o en actitudes de intolerancia.
No podemos quedarnos callados, porque nuestro silencio se vuelve cómplice de los violentos y destruye la esencia del hogar. No hay una sola excusa para que la agresión no sea denunciada.
Las acciones de organizaciones delictivas ilegales, la falta de oportunidades, el desplazamiento forzado y coyunturas como el invierno, también comprometen esa unidad familiar. La actual temporada de lluvias, por ejemplo, ha afectado a más de 700.000 familias.
Ante este panorama, el Gobierno Nacional fortalece su papel como garante constitucional de la protección integral de la familia.
Las acciones del ICBF van desde la prevención ante situaciones de vulnerabilidad y riesgo hasta la restitución de derechos. Brindamos, por ejemplo, servicios de asistencia a niños cuyos padres trabajan en calle o en situaciones de riesgo pero estimulamos el sentido de la corresponsabilidad en la protección de los hijos,
En el programa Vivienda con Bienestar, más de 200 mil familias ubicadas en 26 departamentos han sido formadas en la promoción de la convivencia y prevención de la violencia.
Gestores de Vida es un proyecto constituido por redes protectoras de niños para prevenir la violencia e impulsar la convivencia pacífica.
Estrategia Pautas de Crianza, el arte de criar hijos con amor, de una gran acogida en todos los hogares. Unidades Móviles: atiende a familias víctimas de desplazamiento o desastres naturales e inseguridad alimentaria con equipos psicosociales y el suministro de raciones alimentarias.
Haz Paz: Apoyo al desarrollo de los Planes de construcción de Paz y Convivencia para la prevención y atención de la violencia intrafamiliar. En la actualidad existen 33 planes departamentales.
Hogares Comunitarios FAMI: es un programa que atiende a familias con madres gestantes, madres lactantes y niños menores de 2 años, con el fin de mejorar la función socializadora de la familia.
Hogares Comunitarios de Bienestar, que propician el desarrollo de las familias y el desarrollo armónico de los niños menores de 5 años, de Sisbén 1, 2 y 3.
El ICBF promueve el ingreso de la población desplazada a sus programas regulares. En 2010 se atendió un total de 1.339.000 personas en situación de desplazamiento. Y hace un llamado a toda la población vulnerable para que se acoja a los programas del Instituto, que es, en la práctica, como una gran sombrilla protectora de todas las familias, y que trabaja en asistencia y prevención de los más necesitados.
Para consolidar todos los programas y fortalecer la unidad familiar, requerimos de una toma de conciencia y del apoyo de los sectores de la sociedad, incluidos los medios.