Fiado de Flamingo llegará a Pereira y Armenia
Crecer. Este es el nombre del juego del comercio moderno al que ha entrado también Almacenes Flamingo, con su propósito de abrir una tienda cada año. Y lo hará no solo en su mercado natural, que es el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, sino también en ciudades colombianas con más de 200.000 habitantes y con gran peso de los estratos populares.
La estrategia está en marcha. La empresa nació en 1949, como distribuidor de Everfit, y en sus primeros 40 años solo montó cuatro tiendas en el centro de Medellín. Luego aceleró las inversiones. Para la quinta tienda, en Itagüí, se demoró cinco años. Y ahora le ha tomado apenas 12 meses inaugurar la sexta, en el municipio de Bello, que empezará a facturar el próximo martes, a las 10:00 de la mañana.
Los grandes supermercados, como el Exito, Olímpica y Carrefour, han entendido que una manera de afrontar la competencia es copando las mejores plazas en las grandes capitales y en las ciudades intermedias. Flamingo aprendió esa lección. Para su crecimiento está mirando hacia afuera de Antioquia y en la lista de los primeros puertos de llegada están Armenia y Pereira.
¿Por qué estas ciudades?
Por razones de idiosincrasia, anota José Alejandro Restrepo Restrepo, gerente Ejecutivo de Flamingo. Al fin y al cabo, ambas regiones son zonas de colonización antioqueña y allí también está muy desarrollada la cultura del crédito.
Ese es, precisamente, el corazón de Flamingo. La cadena comercial no compite con precios. Su fuerte es el otorgamiento de crédito, en las condiciones que más les sirven a sus clientes, en términos del valor de las cuotas y los plazos y formas de pago.
De ahí la importancia que en la nueva tienda de Bello tiene su sección de crédito. Aunque el local es arrendado, la inversión, incluyendo el primer vestido o surtido, ascendió a 5.000 millones de pesos. Con dicha suma se generan 121 empleos fijos, de los cuales el 60 por ciento corresponde a empleados que viven en el mismo municipio. En temporadas, como la fiesta de apertura, por ejemplo, esa nómina puede subir a 250 personas.
Del personal fijo, más de 30 empleados están en el área de crédito. Para la atención de los clientes hay 15 taquillas y Restrepo Restrepo estima que, en situaciones normales, una persona que cumple con todos los requisitos puede tener aprobado su préstamo, y también llevarse su mercancía, en cuestión de media hora.
Tan importante es el fiado, que desde finales de agosto un grupo de 35 personas se fue a ofrecer los servicios crediticios de Flamingo en Bello, Copacabana y Girardota. Esa operación, puerta a puerta, tuvo como resultado la aprobación de 8.000 solicitudes.
Difícil es saber cuántos de estos clientes potenciales aprovecharán la oferta de lanzamiento de la tienda en Bello: El regalo de la cuota inicial. Los que lleguen engordarán la cifra de 200.000 personas que tienen crédito con esta compañía. En promedio, dice el ejecutivo, los préstamos oscilan entre 250.000 y 400.000 pesos.
"Es un crédito con alto contenido social", añade Restrepo Restrepo, porque las personas de menores ingresos van mejorando, al debe, su calidad de vida, comprando la nevera, la estufa, la sala, el comedor, el vestuario, y pare de contar.
Lo mejor es que estos clientes de estratos bajos tienen la oportunidad de acceder a un local cuya calidad en el diseño, ambiente y disposición de las mercancías, nada tiene qué envidiarle a las sofisticadas tiendas. Restrepo Restrepo resalta esos atributos con palabras como modernidad, vistosidad, buen posicionamiento de las marcas propias (que pesan un 12 por ciento dentro de la facturación total), los agradables detalles arquitectónicos y la fuerza que se ha puesto en secciones como la ropa junior.
Con los 4.000 metros cuadrados del local de Bello, Flamingo acumula un área de ventas de 27.000 metros cuadrados, crece su empleo a 700 personas fijas, y redondea una inversión de 20.000 millones de pesos en dos años.