Fortachones desde pequeños
UNA ALIMENTACIÓN BALANCEADA y rica en calcio, sumada a una rutina de ejercicio y exposición moderada al sol, son claves para lograr huesos y músculos sanos en la niñez.
Y es que la clave no está en enseñarles a comer espinaca como a Popeye, ni mucho menos obligarlos a consumir alimentos poco agradables para su exigente y goloso paladar. Que sean fortachones desde peques depende del calcio, el ejercicio y el sol que reciban durante su proceso de crecimiento.
De acuerdo con John Byron Alzate Arboleda, ortopedista y traumatólogo del Hospital Pablo Tobón Uribe, "para tener huesos sanos, fuertes, que absorban durante el crecimiento y la edad adulta una buena cantidad de calcio, primero hay que tener en cuenta la alimentación con buenas dosis de calcio y vitamina D. En segundo lugar, es fundamental el sol porque activa la vitamina D de la piel, que es la que hace que se aumente la absorción de calcio en el intestino y finalmente, está el ejercicio físico porque eso hace que el hueso sienta la necesidad de volverse más fuerte".
De 30 a 35 años es el pico
Alcanzar esa edad, es sinónimo de llegar al tope de absorción de calcio en los huesos. Entre los especialistas es conocido como el pico de masa ósea es decir, que hasta ese momento el cuerpo absorbe gran cantidad de calcio para distribuirlo en los huesos.
"Normalmente, las personas absorben calcio del intestino para llevar y depositarlo en los huesos, hasta los 30, máximo 35 años, esa época se llama el pico de masa ósea y es el momento en el cual, más cantidad de calcio se absorbe", apuntó Alzate.
Y cuando de calcio se trata, el especialista asegura que todos lácteos tienen la cantidad adecuada para ser absorbida en la dieta.
No obstante, advierte la importancia del pescado como otra fuente de este mineral y de la alimentación balanceada, rica en proteínas, vegetales y carbohidratos, eso sí, sin excesos.
A jugar se dijo
Respecto a la actividad física, hay que destacar que en los niños el juego es una actividad importante en el desarrollo de huesos y músculos saludables.
Sin embargo, se recomienda no forzarlos a seguir alguna disciplina a edades tempranas.
De acuerdo con el ortopedista, "los cuatro o cinco años, es la edad ideal para que el niño empiece a hacer la inmersión en el deporte. Sin embargo, la actividad física es decir, el juego y actividades similares, es lo que más los estimula. Las actividades lúdicas ayudan mucho al desarrollo de los niños".
A medida que crecen, cerca de los 10 ó 12 años, Alzate recomienda a los padres estar atentos al desarrollo de la espalda de sus hijos, pues es factible que comiencen a desarrollar escoliosis, una deformación de la columna.
"Es fundamental además, que los niños tengan unas posturas adecuadas no solo al sentarse, también cuando están jugando. El buen uso del calzado que sea cómodo, no pesado ni estrecho y que sea acolchado, también es importante", dijo.
Finalmente, el especialista enfatizó en la importancia que en la población infantil tienen los controles de crecimiento y desarrollo, que debe hacerse cada cierto tiempo dependiendo de la edad de los niños.
"Un niño sano con buen crecimiento y desarrollo usualmente, no tiene problemas importantes. Si empieza con fracturas de baja energía es decir, con traumas mínimos hay que investigar por otro lado porque pueden tener enfermedades de los huesos. Esas enfermedades graves se detectan desde el nacimiento", concluyó Alzate.