Gabriel Romero vistió la cumbia de gala
El Piragüero trae cumbia sinfónica con la Banda de la U. de A. Por primera vez un intérprete original lleva a formato lírico sus canciones.
El Cumbiambero, Gabriel Romero, logró otro sueño: vestir la cumbia de gala, como él lo expresa, al grabar un disco compacto acompañado por la Banda Sinfónica de la Universidad de Antioquia.
El intérprete original de La Piragua se presentó con esa agrupación y con la dirección del maestro Marco Antonio Castro, en el Teatro Metropolitano y, de ese espectáculo, salió este producto. Es decir que, por una parte, tiene la majestuosidad de la música sinfónica y, por otra, el sabor de un concierto en vivo, el calor, la espontaneidad y la emoción de la gente y los artistas.
Titulado Gabriel Romero Sinfónico, contiene: La piragua, Colombia tierra querida, La subienda, El paso cumbia - Plena española, Ave pa ve, Violencia, El porro sabanero, El minero, Las lavanderas y El machete - Me importa un carajo.
En la carátula dice que su sueño, Gabriel, había sido vestir la cumbia de gala. ¿Por qué?
“Era un sueño. Yo sentía que estaba en deuda con la cumbia. Sentí que la cumbia me habló: ‘me has vestido típicamente, me has llevado a cocteles y festivales, pero no me has vestido de gala’”.
¿Cómo surgió la idea?
“Fue una idea compartida con Fernandito Pavón, quien hizo parte de mi orquesta la Selección Colombia. Hablamos con Marcos, director de la Banda y con el Decano de Artes de la U. de A. y nos pusimos la soga al cuello porque yo quería que los arreglos se hicieran sin perder la estructura instrumental propia de la cumbia, lo cual no es fácil”.
¿Qué agrega lo sinfónico a la orquesta habitual?
“La riqueza instrumental. Con la Banda Sinfónica actúan 72 músicos”.
¿Sigue vigente la cumbia?
“Sí, creo que sí. La cumbia es pionera de los ritmos autóctonos colombianos. El que le da identidad cultural al país. La cumbia no es tan amorosa como otros géneros, sino que le canta al paisaje. La cumbia es amiga del río y el río es el espejo del paisaje”.
Usted tiene más de 400 canciones. ¿Cuál le gusta más?
“No tengo una predilecta. Todas obedecen a momentos importantes. Me vienen a la mente Porro sabanero, que hizo famosa la Billo’s Caracas; Camino de amapolas, de El Gran Combo de Puerto Rico; Me voy para Cali, de Óscar de León...”
¿Cuál de esos temas suyos conocidos en estilo de otros artistas le gustaría grabar?
“Hay unas que no grabaría porque se salen del género de la cumbia y el porro. Pero, precisamente, estoy preparando un disco en el cual incluyo Allá se quedó, que hicieron famosa Johnny Ventura y Willy Chirino. Dice: Se quedó un paisaje/ se quedó un pedazo de mi corazón./ Se quedó todo lo que quiero/ bajo un mismo cielo de Luna y de Sol./ Se quedó la partida de bautismo/ el recuerdo de la escuela/ y las campanas de la iglesia/ donde acompañaba a mi abuela”.
¿Cómo fue recibido el trabajo anterior, donde está El tigre de Amalfi? ¿Ya lo conocen en ese municipio?
“Ese trabajo es bonito. Recupera una tradición, una leyenda surgida en la primera mitad del siglo pasado. Quisiera promoverlo de mejor manera en esa localidad del Nordeste antioqueño”.