Geely rueda en Colombia con su modelo Panda
Con un diseño basado en la biónica (inspiración natural) el modelo llega al segmento económico.
El crecimiento que han registrado las ventas de los vehículos de origen chino en los últimos años se debe en una buena medida a que la representación de las marcas de dicho país la están haciendo ahora grupos automotrices sólidos y con experiencia, incluso algunos internacionales.
Eso, poco a poco ha llevado a que cada vez más potenciales propietarios de vehículos vean esta opción con menos aprensión y opten por esta alternativa de movilidad.
Uno de esos grupos automotrices que está presentando en el mercado una oferta con productos chinos es la chilena Derco. Y una de las marcas es Geely, el primer grupo privado automotor en ese país.
No solo apariencia
El vehículo que le da entrada a los consumidores a la oferta de la marca en Colombia es el Panda, o también conocido con el menos llamativo nombre de LC 1.3.
Pero definitivamente, le queda mejor la primera denominación. Su frontal evoca, precisamente, el rostro de estos simpáticos animales. Dos faros en forma de gota y una amplia boca que integra la parrilla y la toma de aire. Y si, además su color es blanco, con la parrilla negra, la similitud es impactante, hasta tierna, podrían decir algunos.
Apariencias aparte con su fuente de inspiración natural, este vehículo ofrece unas características de conducción que le imprimen agilidad y versatilidad en la marcha, como corresponde a todo city car que debe moverse con prontitud en el tráfico urbano.
Comportamiento
Son 1.300 centímetros cúbicos, 85 caballos de potencia y un torque superior a los 100 newton por metro.
Si bien su respuesta inicial no es tan contundente, su aceleración avanza de manera lineal, sin saltos bruscos que hacen del manejo un proceso agotador.
Esta regulado por una caja manual de 5 marchas, que tiene sí, un recorrido largo en su palanca accionadora y en algunos momentos presentó imprecisión al momento de elegir la marcha.
La dirección es asistida hidraúlicamente, una buena ayuda y complemento al manejo porque permite maniobrar con agilidad en el tráfico.
Además, ésta se endurece en la medida que la velocidad aumenta, para un mayor control del vehículo y la trayectoria que lleva.
Aunque cuenta con unos espejos retrovisores externos eficientes, se agradecería un poco mejor de visión desde el espejo interno a la parte trasera. La suspensión es blanda y asume de manera eficiente la irregularidad del camino.
En materia de acabados y materiales de diseño interno son elementos de buen tacto y terminado, aunque algunos comandos y actuadores dan impresión de fragilidad y la posición de otros, como el control de los retrovisores, no es intuitiva.
Con un precio de 22.5 millones de pesos, el Panda se suma a la avanzada China en Colombia.