Genio con algo de figura

No habla español, pero ni se necesita. Daniel Koellerer, con solo salir a la cancha pone a hablar al público del Challenger Seguros Bolívar.

Es un divo. Amado u odiado, pero seguro no pasa indiferente. Pelea con el juez de silla, alega con el contrincante, le hace gestos a la tribuna... es un espectáculo.

Es rubio y alto, pero trae a la mente a John McEnroe, ese blanquito de pelo afro que gritaba como niño chiquito. O para no ir más lejos a Marat Safin, que por cada partido se llevaba más raquetas al taller que aplausos de los aficionados.

Así es Koellerer, que sacó de casilla a todos. Mientras el público rezaba para que la lluvia no llegara, al austriaco solo le faltó hacer danzas para que cayera el aguacero y demorar su partido ante Leonardo Mayer. Y lo consiguió. Con un set en contra, Koellerer se salió con la suya e hizo retrasar la programación de un Challenger poco bendecido por el agua.

"Jugar con un rival así es complicado. Alega con todo el mundo, hasta se salió él mismo de quicio y terminó peleando con el compañero. Hace un duelo duro, pero pierde en lo mental", dice Alejandro González, quien lo venció en los dobles.

Por tercer día, el torneo vivió los retrasos de la lluvia. Llegó el viernes y apenas se está disputando la tercera ronda. El partido de Nicolás Lapentti ante Santiago Giraldo, el que había hecho que la gente almorzara a las carreras, tuvo que esperar. Los agarró la noche y el agua, y hasta el genio de Koellerer le tocó soportarse el chaparrón, de agua y de gritos.