Gobierno sin oposición
Necesitamos partidos que hagan oposición y que generen debate para que se legisle con calidad y exista independencia en los poderes. La falta de oposición es la que hace que sin poder cumplir con las promesas, y faltando tres años de gobierno, ya se hable de reelección.
Solo. Me siento solitario en la gran fiesta de la alegría. En un país donde todos están dichosos con el gobierno de Juan Manuel Santos, nos hemos quedado algunos cuantos desubicados, solos y desamparados ejerciendo la oposición.
Mientras millones de colombianos están felices en luna de miel, brillando y tratando de empujar las cinco locomotoras del Gobierno de la Prosperidad Democrática, nos quedamos tristes y solos, haciendo oposición, los vendedores de celulares de segunda, los vendedores de cigarrillos menudeados, el Bolillo , Uribe y yo.
A nadie más le preocupa el estilo y la gestión de este gobierno.
El Polo, partido del alma, inmerso en miles de problemas en Bogotá, se dividió en varios polos iguales, que por principios físicos, solamente generan la fuerza para oponerse a sí mismos.
El Partido Conservador no hace oposición, porque desde épocas del Caguán, aunque nunca pone el candidato ganador, siempre queda en la coalición de gobierno.
El Partido Liberal quiere evitar que al final del actual gobierno se cumplan veinte años sin poner un presidente, por lo que no solo no hace oposición, sino que ahora, al mejor estilo de Mourinho, está empeñado en fichar y llevarse para su partido al Presidente Santos y al Ministro Vargas Lleras.
La idea liberal es ir a la fija: Tener en sus filas, a los dos con mayor opción para ser el próximo presidente.
Más peligroso que un gobierno sin oposición es un gobierno no responsable sin oposición.
Sin oposición en el Senado pasan sin que nadie diga nada proyectos como la venta de Ecopetrol, la empresa más rentable del país.
Sin oposición, el Gobierno un día dice que las EPS serán intervenidas por deficientes y al otro día anuncia que se encargarán de atender los problemas de salud de los maestros.
Sin oposición, un Gobierno que quiere quedar bien con todo el mundo y que le cuesta la verdad, un día dice que vamos muy bien en seguridad y al otro día cambia toda la cúpula del Ejército.
La oposición es tan necesaria como la legitimidad del gobierno.
Necesitamos partidos que hagan oposición y que generen debate para que se legisle con calidad y exista independencia en los poderes.
Se requiere que el Partido Verde, el Partido de Petro y el Partido del cacique Mockus, aparte de soportar el ego y las necesidades electorales de sus líderes, reaccionen y comiencen a hacer oposición constructiva.
La falta de oposición es la que hace que sin poder cumplir con las promesas y faltando tres años de gobierno, ya se hable de la reelección del actual Presidente.
Sin oposición, este Gobierno podrá mantenernos hipnotizados para, por televisión, hacernos creer que está resolviendo todos los problemas y sin necesidad de poner plata.
Sin oposición, el candidato Presidente, tendrá el camino libre para la reelección, sin necesidad de heredar huevitos y sin contratar asesores éticos ni a filósofos, ganará las elecciones.
Sin oposición, ya el candidato Presidente no tendrá que prometer otra vez que solucionará la crisis de las pensiones, la salud y la justicia. No tendrá que esforzarse por generar empleos, ni por recaudar más impuestos sin reformas tributarias.