Histórico

GOBIERNO Y DEMAGOGIA

26 de diciembre de 2012

En el servidor público no caben esas dos palabras juntas. El gobernante no puede seguir con la demagogia practicada durante la campaña. Eso es lo que le pasa a Petro que no se ha dado cuenta de que ya lo eligieron, de que es hora de gobernar en favor de la comunidad y no de seguir en una campaña como la que hizo para cazar incautos como si estuviera en época prelectoral, cuando engañó, otra vez, al pueblo bogotano que lo eligió.

Álvaro Gómez Hurtado decía que hacer demagogia era muy fácil, que demagogia es "ofrecer lo de los demás en beneficio propio". Eso es lo que hace Petro, ofrece el reciclaje, la recolección de basuras, los contratos, etc. En beneficio político personal, sin importarle siquiera el cumplimiento de la ley y con gran detrimento del bienestar de la comunidad.

Pongamos ejemplos: dijo, no programó, que el servicio de recolección de basuras lo asumiría el Distrito Capital el 18 de diciembre. No hizo caso a quienes querían hacerle ver que en ese plazo era imposible conseguir los carros recolectores, entrenar a la gente, organizar las zonas y tantas otras cosas que se necesitan para prestar un buen servicio. Creó voluntariamente el caos que se presentó en Bogotá. Frente a un desastre, en presencia de una tragedia y en muchos otros casos, hay que apelar a decretar una "urgencia manifiesta" para conjurar el caos. Una vez decretada la urgencia se procede a solucionar la situación con contrataciones directas, sin necesidad de licitaciones. Los organismos de control, en forma inmediata, entran a estudiar si la emergencia es real y si justifica decretar la urgencia manifiesta. De no ser así, el funcionario recibe las sanciones previstas en la ley.

El caso Petro es de otras dimensiones, ya lo dije, el alcalde de la capital creó el caos por su propia voluntad y decisión. Y, apoyado en ese caos creado, decretó la urgencia manifiesta para hacer contrataciones directas. Es el colmo de la desfachatez, es algo que llama a investigarlo y a aplicar las sanciones que debe haber cuando se contrata sin previa licitación. Demagogo como buen izquierdista y violador de las leyes como buen dictador.

¿Qué pretendía Petro? Lo dijo María Mercedes Maldonado, la secretaria de Hábitat del Distrito, en El Espectador el viernes 21 de diciembre. Cuando le preguntaron: "¿Qué pasó con William Vélez, dueño de Atesa, cuyo contrato vence el 21 de diciembre?". La funcionaria de Petro contestó "El alcalde tomó la decisión política de que no continuara". Decisión política en perjuicio de la comunidad. Decisión política para contratar directamente sin licitación previa y decisión política contra un contratista de una región que no quiere el alcalde de la capital, quien tiene su resentimiento contra Antioquia, a pesar de que hubo mucho antioqueño incauto que votó por él.

La demagogia, el odio, el resentimiento, el centralismo, el creerse superior, el ego, la falta de humildad y muchas cosas más, son enemigas del buen gobernante. ¡Pobre Bogotá…