Hijas de colombiana asesinada en E.U. quedan con familia sustituta
Aunque el juicio contra Caleb Crew, el esposo de Andrea Arias, la colombiana asesinada en Alejandría (al sur de Washington E.U.) solo se reiniciaría el 12 de septiembre en una Corte de Asuntos Domésticos en el condado de Fairfax, el drama de la familia colombiana continúa porque se anunció que una familia sustituta tendría la custodia temporal de las hijas de la pareja, de cuatro años y 11 meses de edad, mientras se realiza el juicio.
El principal sospechoso del asesinato de Arias es su propio esposo y por eso las dos pequeñas no pueden estar en manos de él. Por eso en representación de la familia Arias viajó desde Colombia su hermana Jaymee, quien llegó el miércoles en la tarde e inmediatamente llegó tuvo que responderle preguntas a los investigadores que han acusado a Crew de homicidio en segundo grado.
La audiencia ante el juez se realizó a puerta cerrada y con la presencia de Crew y su familia, entre ellos sus padres y algunos de sus hermanos.
El crimen por el que se le acusa, homicidio en segundo grado, contempla la cadena perpetua como máxima sanción, pero no muerte, ya que asume que el homicidio no fue premeditado.
A la salida del procedimiento Jaymme se vio muy afectada, y se abstuvo de dar declaraciones a la prensa mientras avanza un proceso que podría ser largo.
De acuerdo con Michael Arif, que representa a la familia de Crew en los procedimientos de custodia, la juez citó a una nueva audiencia para octubre.
La mamá de Andrea y su otra hermana llegaron en la noche de este jueves a Washington y se espera que este viernes velen su cuerpo en una funeraria de Alexandria, Virginia. Este sábado habrá una misa en su honor muy cerca de esta ciudad.
El caso de la custodia es muy complejo, pues Caleb aún no ha sido condenado por el crimen y de momento sostiene que es inocente.
No es muy probable, con ese contexto, que un juez conceda la custodia a una familia que no es estadounidense ni reside en el país.
Sobre todo porque existe otra familia, la paterna, que también reclama derechos sobre las niñas.
Si el juez considera que hay argumentos sólidos, el caso pasaría a la dependencia criminal de esta misma Corte y de allí a un Gran Jurado que determinará su suerte.