Soldados Francia deben quedarse Afganistán: Sarkozy
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dijo este miércoles que las tropas francesas deben permanecer en Afganistán para combatir al terrorismo, un día después de que insurgentes mataron a 10 soldados, la peor pérdida de fuerzas extranjeras en un único incidente desde el 2001.
Los soldados franceses murieron el lunes en una encarnizada batalla después de que insurgentes talibanes tendieron una emboscada a una patrulla francesa apenas 60 kilómetros al este de la capital, Kabul. El enfrentamiento subrayó el temor a que los militantes estén acercándose gradualmente a la ciudad.
"La mejor manera de ser fiel a sus camaradas es seguir trabajando, levantar sus cabezas, ser profesionales", dijo Sarkozy a los soldados franceses en una base en las afueras de Kabul. "No tengo dudas de eso. Tenemos que estar aquí", agregó.
Sarkozy decidió este año reforzar el contingente francés en Afganistán, enviando 700 soldados a pedido de la Otan. Ahora la misión está formada por 2.600 militares.
El mandatario dijo que el trabajo que estaban haciendo las tropas era vital.
"Aquí está en juego parte de la libertad del mundo. Aquí es donde se libra la batalla contra el terrorismo", señaló Sarkozy.
"No estamos aquí contra los afganos. Estamos con los afganos para no dejarlos solos frente a la barbarie", añadió.
En una visita que duró unas pocas horas, Sarkozy dio sus respetos a los soldados fallecidos, visitó a los 21 soldados franceses heridos en combate y se entrevistó con el presidente afgano, Hamid Karzai, antes de dejar el país.
Karzai afirmó que estaba "tremendamente entristecido e impactado" por las muertes y expresó sus condolencias al pueblo francés.
"El aumento de la violencia es atribuido directamente a nuestra falta de atención, de los aliados y de todos nosotros, a los santuarios, los campos de entrenamientos y los recursos financieros de los terroristas y los talibanes", dijo Karzai a periodistas.
El presidente francés viajó acompañado por el ministro de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner; el de Defensa, Herve Morin; y el general Jean-Louis Georgelin, jefe de las Fuerzas Armadas.
La emboscada del lunes elevó a 24 el número de soldados franceses fallecidos en Afganistán desde el 2002.