Histórico

Industria militar colombiana, con desarrollos para exportar

El conflicto ha obligado a las Fuerzas Armadas a aprovechar la tecnología para desarrollar sus equipos.

11 de noviembre de 2012

El conflicto que vive Colombia tiene un lado positivo: el desarrollo de la industria militar.

Las características propias del conflicto colombiano han generado avances en tecnología armamentista especializada y, con la transferencia de tecnología que se logra mediante la actualización permanente de los equipos, el país cuenta hoy con una pujante industria que ya exporta.

Vale señalar que Colombia tiene un estricto control a la producción de armamento, pues solo el Estado puede hacerlo, de ahí que las empresas especializadas en la materia, como Indumil (Industria Militar), son parte del Ministerio de Defensa.

En la lista también se incluyen entidades como la Corporación de Ciencia y Tecnología de la Industria Naval, Marítima y Fluvial (Cotecmar) y la Corporación de la Industria de Aeronáutica de Colombia (CIAC).

En el caso de la Armada, se ha desarrollado, entre otros proyectos, que por su importancia militar se mantienen en reserva, una Patrullera de Apoyo Fluvial. Se trata de un buque diseñado para fortalecer la capacidad de control territorial en los ríos.

También, basado en el diseño de una empresa extranjera, la fuerza naval construyó una Patrullera de Zona Económica Exclusiva, que ejerce soberanía en los dos océanos y atiende misiones de rescate.

En el caso de Indumil, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón , destaca el desarrollo del fusil Galil ACE, a partir del trabajo conjunto con la empresa productora de esa arma en su versión original. "Es el resultado de un proceso de transferencia de tecnología, complementado por el desarrollo propio a partir de las necesidades de las Fuerzas Armadas".
La CIAC, por su parte, además de hacer el mantenimiento de aeronaves, construye aeronaves de entrenamiento y no tripuladas.

Los aviones C-130 o Hércules, los reparan en su totalidad. Para esto, es necesario desarmar totalmente la aeronave y revisar parte por parte, e incluso hacer pruebas de rayos X, para verificar que está en condición de vuelo. "Tenemos 11 Hércules, y comenzamos el programa hace dos años", indicó el general Hugo Enrique Acosta , director de la CIAC.

Esta empresa de la Fuerza Aérea también fabrica los T-90 Calima, que son simuladores de vuelo para entrenar pilotos, con la proyección de venderlos en el exterior. "Hasta hoy hemos entregado a la FAC diez aviones de estos. Para diciembre de 2013 tenemos que haberle entregado en total 25 aviones, fabricados en la base aérea de Madrid, Cundinamarca, y con personal colombiano", agregó Acosta.

En el caso de los helicópteros, el trabajo es grande, pues Colombia es el segundo operador en el mundo del equipo Black Hawk UH-60, que todos los días están en combate. Aparte de realizarle el mantenimiento estructural en la base de Rionegro, Antioquia, la CIAC desarrolló un simulador de vuelo en Melgar, Tolima.

Como si fuera poco, está en desarrollo un prototipo de avión no tripulado, que está en la fase final de pruebas en tierra y tiene capacidad de vuelo de diez horas seguidas, a 17.000 pies de altura, con una estación de control remoto. Según adelantó Acosta, "vienen modificaciones: conversión de metal (en lo que está hecho) a materiales compuestos, más radio de acción y nuevos sistemas de navegación. Debe estar volando en febrero del año entrante".