Histórico

Inolvidable victoria para el Enjalmao Mauricio Ortega

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25 de octubre de 2009

Mauricio Ortega, el hombre que cambió el oficio de recolector de granos de café por el ciclismo, se encargó de darle ayer un título de alcurnia al ciclismo antioqueño después de una larga espera de ocho años.

Este paisa, de 29 años de edad, escogió la prueba y el lugar indicado para graduarse de grande en el pedalismo nacional. Ganó la edición 49 del Clásico RCN-Comcel y se llenó de gloria en la histórica Plaza de Bolívar de Bogotá.

Y allí el integrante del equipo Une-Epm coronó un proceso de 15 años al hacer realidad uno de sus principales sueños: ganar una de las dos pruebas más importantes del país, como lo es la que terminó ayer en la capital colombiana luego de nueve etapas y 1.269 kilómetros.

El papá de María José y a la vez paisano del presidente Álvaro Uribe Vélez, ya que también nació en Salgar, estableció un tiempo de 31 horas, 10 minutos y 45 segundos en la semana larga de competencia para tomar desquite del español Óscar Sevilla, quien el año pasado lo privó del título y en esta ocasión terminó relegado al puesto 15 a 13.29 del campeón.

"Llevaba tres temporadas bregando ganar el Clásico o la Vuelta y nada que se me daban las cosas, pero este año vine a cobrar revancha y lo logré con la ayuda de todos mis compañeros del equipo Une-Epm, la calidad del técnico Raúl Mesa y después de superar momentos difíciles como el jueves cuando Fabio Duarte ganó la fracción y el sábado en la caída que puso en riesgo el esfuerzo de toda un año al golpearme y partirse la bicicleta en dos", dijo Mauricio Ortega en la Plaza de Bolívar, donde su mente comenzó a volar al igual que las palomas del lugar.

Temporada inolvidable
Desde 2001, cuando Juan Diego Ramírez, quien calificó a Ortega como “un corredor completo que sube muy bien, arriesga para bajar y está en su mejor año”, Antioquia no ganaba el Clásico y lo hizo con lujo de detalles.

Valió la pena esperar tanto, porque además del título en la general con Mauricio, las escuadras del departamento ganaron siete etapas (incluida la del cierre, la contrarreloj individual con Juan Carlos López, Une-Epm, con 31 minutos y 47 segundos en los 25,9 kilómetros), se quedaron con la combatividad, regularidad, metas volantes y clasificación por equipos.

Así de inolvidable es la temporada para Mauricio Ortega, ya que en este 2009 fue subcampeón de la Vuelta a Colombia, ganó cuatro clásicas nacionales y sólo necesitaba de un título de renombre para inscribir su nombre en la élite del pedalismo nacional.

Sobre ello, Mauricio comentó que “había quedado segundo en muchas pruebas y era consciente de que tenía que ganar algo de importancia y que mejor que el Clásico en una temporada redonda para mi, porque el día que sentencié la prueba cumplí 29 años y llegó  a Antioquia que no conseguíamos desde el 2001 con Juan Diego Ramírez; estoy contento y me siento orgulloso por cerrar esta temporada con broche de oro y demostrando que soy el gran campeón porque fui capaz de superar todos los obstáculos”.

“Haciendo una gran contrarreloj”, como lo dijo él mismo, Mauricio Ortega aseguró un título que se soñó hace tres años, acarició el miércoles en el alto de la Línea, ratificó el jueves en Rosas y el Todo Poderoso le reservó el sábado cuando en una caída colectiva salió bien librado, pese a que se le partió en dos la bicicleta en plena competencia. Este era su año y, como los deportistas inteligentes, la aprovechó para convertirse en el nuevo campeón del Clásico RCN-Comcel.