ISA cerró el libro de Autopistas de la Montaña
Las dificultades en contratos en Colombia y Brasil no detuvieron su consolidación como el primer transportador de energía de la región.
La próxima liquidación del contrato interadministrativo de Interconexión Eléctrica (ISA) con la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), para la ejecución de las Autopistas de la Montaña cerrará un capítulo frustrante para la empresa, que gerencia Luis Fernando Alarcón Mantilla.
En diálogo con EL COLOMBIANO, el funcionario se refirió a las batallas que tuvo que dar este año en diferentes escenarios.
¿Cómo resume lo ocurrido con las Autopistas?
"La historia es bien conocida y para nosotros francamente fue una frustración no haber podido continuar con ese proyecto. Nuestra posición y actitud siempre fue constructiva, entendemos que lo más importante en este proceso es que las obras puedan llevarse a cabo y por esa razón siempre pusimos a disposición de la Agencia nuestra mejor voluntad de la terminación del contrato, y el hecho es que en estos días debe estarse finiquitando el contrato interadministrativo, para que se nos restituye el valor de los estudios, unos 39.000 millones de pesos. Es un poquito triste que no se hubiera podido continuar con la ejecución del proyecto como eran los planes, como era el escenario para el cual nos habíamos preparado con el fin de incursionar en el negocio de las concesiones viales en Colombia. Nos queda la satisfacción de que el trabajo realizado será capitalizado para la ejecución de las vías dentro del marco de lo que ahora se denomina Autopistas para la Prosperidad".
¿Ya no hay interés ni en estar en las licitaciones?
"Creemos que el hecho de haber sido los responsables de la ejecución de los estudios para esos proyectos, fácilmente se constituye en una razón para que en un eventual proceso competitivo, en una licitación, se argumente que tenemos información privilegiada o que tenemos algún conflicto de intereses. Entonces, ¿para qué entrar en esa discusión? Más bien esperamos participar en otros procesos y por otra vía incursionar en el negocio de las concesiones viales en Colombia".
¿Cómo harán, entonces, esa incursión?
"La empresa que constituimos en 2011, Autopistas de la Montaña SAS, sigue existiendo y cambiará de nombre. Utilizará la razón social y marca que utilizamos en el negocio vial que tenemos en Chile, así que tendremos una Intervial en Colombia que incursionará en las concesiones viales, cuando se pueda".
¿Va ISA por las concesiones de cuarta generación?
"Esperemos, a todo le llega su momento y nos estamos preparando para ello".
Hay quienes piensan que en las Autopistas hubo más interés en el proceso de contratación que en el proyecto mismo...
"Sin comentarios... Lamentamos no haber podido seguir, pero por fortuna que el proyecto va adelante bajo la responsabilidad de una persona de magnificas condiciones como Federico Restrepo. Ese fue un hecho importante, desgastante para la empresa. Es un capítulo cerrado y hay que aprender a cerrar el libro y a entender que terminado un capítulo hay que estar listo para empezar el siguiente".
En el segundo semestre se complicó la concesión en Brasil. ¿Qué sucedió?
"Esa fue otra experiencia difícil y compleja. En septiembre el Gobierno de Brasil, sin desconocer los contratos existentes, propuso una alternativa plateando un esquema que anticipaba la terminación del contrato y se suscribiera un nuevo contrato a 30 años con condiciones distintas, y también reconocía una indemnización. Había dos opciones: seguir o aceptar, pero fuimos claros en entender que se trataba de una opción. En los primeros análisis, no nos daba por ningún lado y aceptar la propuesta inicial era demasiado oneroso, y por eso nuestra primera reacción fue no aceptar. El plazo para firmar los nuevos contratos fue el cuatro de diciembre, y el ministro de Energía de Brasil, Edison Lobao, entendió que debía corregir la propuesta y expidió una nueva medida provisional aceptando la inclusión de una indemnización por los activos puestos en servicio antes del año 2000, por un valor que aun se está determinando. Hoy tenemos un nuevo contrato, a 30 años, que entrará a regir a partir del primero de enero de 2013, con condiciones distintas. El anterior incluía la remuneración de las inversiones más la remuneración por la operación y administración de esos activos, el nuevo incluye solo la remuneración por la operación y mantenimiento y empezará rápido a incorporar la remuneración por nuevas inversiones, pero es como un inicio donde se va a tener un proceso de crecimiento".
Pero ¿ el escenario en Brasil sigue siendo atractivo?
"Tendremos una remuneración sustancialmente inferior a la que se tenía anteriormente. A cambio, hay indemnizaciones y esto nos obliga a redefinir nuestra estrategia en Brasil, desde luego estamos allá, ya quedamos comprometidos por 30 años, en los que esperamos mostrar las capacidades de ISA y su gestión, cosas que son reconocida allí, desde que llegamos a la Compañía de Transmisión de Energía Eléctrica Paulista (Cteep). Vamos a trabajar para los próximos 30 años, redefiniendo la empresa, direccionándola volviéndola más eficiente. Frente a las circunstancias, las cosas terminaron razonablemente bien, nuestros comentarios fueron reconocidos por Brasil y eso es importante. Si bien el resultado final no es el escenario ideal que nos hubiera gustado a nosotros originalmente, es un escenario bastante razonable".
¿De cuánto será la reducción de los ingresos en el mercado de Brasil?
"No quiero entrar en detalle porque estamos terminando de precisar los números. Vamos a recibir una plata importante ahorita, el primer pago de indemnización original unos 2.900 millones de reales (2,4 billones de pesos). Está el tema de una segunda indemnización, a 30 años, que está por precisar y tendremos el monto de una remuneración anual inicial, fijada por resolución ministerial, a la que hay que sumarle la anualización de las mejoras que se reconocerán. En ese proceso hay implicaciones contables muy importantes que cambian dramáticamente la situación".
¿Considera que en Autopistas y en Brasil se cambiaron las reglas de juego?
"No sería tan radical y la expresión es severa. En Brasil hubo una propuesta alternativa que, posiblemente, en su primera ronda no era la mejor y fue necesario enmendarla. Y en Autopistas, el punto es que surgieron dudas de distinta naturaleza. Nos enredamos y cuando hay eventualidades hay que superarlas".
¿Qué lección le queda a ISA de esos dos casos?
"Fueron dos temas gruesos que tuvimos que enfrentar este año, pero la esencia de nuestros negocios, con todo lo bueno y la malo que tienen, es que giran alrededor de las relaciones con los gobiernos y eso hace que existan reglas particulares que a veces se convierten en factor virtuoso y en otras se constituyen en obstáculos para el desarrollo de las cosas".
Tras lidiar con esos dos asuntos, ¿qué rescata de lo que fue este año?
"La incursión en el negocio de transmisión de electricidad en Chile no deja una gran satisfacción. ISA siempre había tenido dentro de sus objetivos, la posibilidad de entrar. Es un país que se destaca por su desempeño económico y por ser pionero en muchas cosas, entre otras haber permitido la participación del sector privado en muchos sectores, de las alianzas públicas privadas y de inventa los fondos de pensiones, entonces uno siempre quiere estar en ese tipo de escenarios. Habíamos intentado ingresar en 2006 cuando se produjo la venta de Transelec, pero no fuimos exitosos y se presentó la oportunidad de estar en el proceso de convocatoria abierto por la Dirección de Peajes del Centro de Despacho Económico de Carga del Sistema Interconectado Central y ganamos tres proyectos. Chile requiere una expansión de su sistema de transmisión porque viene una ola de inversión grande y este año se licitaron varios lotes y nos ganamos el más grande y de hecho con este proyecto seremos el segundo transmisor de electricidad chileno".
¿Cómo queda ISA con este negocio en el continente?
"Con esto ISA es el principal transportador de electricidad del continente. El proyecto empezaremos a ejecutarlo el año próximo y será la plataforma de crecimiento en ese negocio. Llegamos pisando fuerte pues la inversión es mayor a los 800 millones de dólares y el plazo de ejecución es de cinco años, tres para adelantar la gestión ambiental y predial y dos para la construcción de 743 kilómetros de redes de transmisión, que asegurarán ingresos anuales por 63 millones de dólares".
¿En qué va la interconexión con Panamá?
"Esa fue otra pequeña batalla que tuvimos este año. Es un proyecto visionario que busca alcanzar la integración física del continente, se ha estudiado y contado con apoyos múltiples por ser una gran contribución a la integración de las Américas. Desde 2009 se constituyó la sociedad Interconexión Eléctrica Colombia Panamá (ICP) y pensábamos que este era el año de darle el banderazo, pero ha habido dificultades de índole financiera para garantizar los futuros compromisos y aportes por parte de Etesa, pues es un proyecto muy grande y la capacidad financiera de Etesa es limitada. Se requiere el apoyo financiero del gobierno de Panamá y eso no es fácil. También hay demoras en los permisos ambientales del lado colombiano y lo que intentamos es redefinir el proyecto y hacer un nuevo análisis para encontrar una nueva visión para acometerlo".