Histórico

Jimena se apiadó de Baja California

02 de septiembre de 2009

Los vientos y la lluvia del huracán Jimena golpearon ayer con fuerza la península mexicana de Baja California, donde derribó postes, árboles y algunas endebles viviendas.

Jimena impactó en la costa oeste de la península como huracán categoría 1 con vientos de 145 kilómetros por hora (kph) y fuertes ráfagas.

Residentes de la comunidad de Ciudad Constitución regresaron a sus casas inundadas para medir los daños por el paso de la tormenta.

En el puerto de San Carlos, postes de telégrafos y bodegas quedaron derribados, mientras que el muelle se rompió por un barco de pesca sin control y otra pesada embarcación se hundió.

Autoridades no reportaron víctimas, pero dijeron que en el municipio de Comondú se vinieron abajo árboles y hubo decenas de techos destruidos, además de algunas carreteras y caminos locales dañados.

En todo el estado de Baja California Sur, unos 50 mil usuarios se quedaron sin servicio de energía eléctrica, dijo la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Jimena, que impactó en una zona donde jamás había golpeado un huracán y donde fueron evacuadas unas tres mil familias, empapó el exclusivo balneario de Los Cabos y obligó a turistas a refugiarse en hoteles.

Ayer por la tarde Jimena salió de San Buenaventura hacia el norte a 20 kilómetros por hora tras haber pasado por la extremadamente peligrosa categoría 4 y degradarse paulatinamente.

Turistas varados
Cortinas de precipitaciones y fuertes vientos afectaron el extremo de la península, donde hay exclusivas canchas de golf, clubes náuticos y hoteles cinco estrellas en Los Cabos.

Pero horas después salió el sol y los turistas se aventuraron a salir a las calles.

"Nosotros pensamos en irnos, pero fue mejor quedarnos", dijo Nate Gray, de 24 años y procedente de Michigan, quien decidió quedarse con su esposa en su luna de miel en Los Cabos.

México no tiene instalaciones petroleras ni intereses cafetaleros o mineros significativos en el área y por precaución el puerto del Cabo San Lucas fue cerrado.

Una reunión de funcionarios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para discutir sobre los paraísos fiscales tuvo que ser trasladada de sede, de Los Cabos a Ciudad de México.

Empleados de los lujosos hoteles colocaron tablones sobre las ventanas, cubrieron los muebles con plásticos y convirtieron las salas de conferencia en refugios para la tormenta, con camas plegables y juegos de mesa.

Familias pobres, empleados de hoteles y albañiles de Los Cabos se amontonaron en refugios montados en escuelas después de que unas cinco mil personas fueran evacuadas.