J.M. Linares le insistirá a la aventura Dakar
Ni perdidos ni derrotados, pero con muchas ganas de volver al Dakar del año entrante.
Una piedra que pegó en el cardán y la posterior rotura del tanque de gasolina del prototipo francés, tenía ayer por fuera del Rally Dakar-2012, a los pilotos colombianos Juan Manuel Linares y Andrés Campuzano.
"Por fortuna no nos perdimos. A la hora y media de haber sufrido el último de los desperfectos mecánicos, el camión de asistencia nos ayudó en el desierto, precisamente en las dunas de Nihuil, en la provincia de San Rafael".
Esa era la escueta realidad que planteaba Linares desde el Hotel El Conquistador, en Buenos Aires -uno de sus copatrocinadores-, de una nueva experiencia que sólo duró dos etapas, pero que deja la ilusión de volver el año entrante, aún con mayores bríos.
Esta vez, lo más duro fue el momento del retiro, pero queda la anécdota de estar preparados para afrontar la noche en el desierto, donde la temperatura era de menos cinco grados centígrados.
"En el día la temperatura subió hasta los 52 grados, pero en el desierto bajó mucho. Por fortuna teníamos bolsas de dormir, gruesas chaquetas, raciones de comida y el agua necesaria, para afrontar cualquier contingencia", dijo el piloto desde la capital gaucha, donde ayer reposaba, luego del segundo retiro consecutivo en esta sin igual competencia automovilística.
Linares, que es administrador de empresas, es consciente, que el 40% de los participantes logra terminar este reto. Su voz es de agradecimiento para Gurú de Carvajal, Café de Colombia y el Hotel El Conquistador y al equipo Sprint Bok que le dio la oportunidad a la única tripulación colombiana de volvérsele a medir a la aventura, esa en la que llegaron a ser 46 en la clasificación general, entre 170 carros.