Kale, el de Andes, habla de Gonzalo Arango
Tantos años de investigaciones, polémicas, charlas y evocaciones sobre Gonzalo Arango tenían que desembocar en un libro.
Juan Carlos Vélez Escobar, conocido en el suroeste como Kale, ya hizo realidad el sueño de publicar Gonzalo Arango el de Andes. Un libro en el que el autor intenta darle al fundador del Nadaísmo su justa dimensión.
"Gonzalo Arango es el personaje más importante de la historia del municipio e Andes". Y eso es quizá una de las motivaciones de Kale para escribir este libro.
También, que el autor de Obra Negra, quien vivió apenas 17 años en su pueblo natal, tiene una existencia perseguida por los mitos, los cuales era preciso aclarar.
Desde 1993, Juan Carlos se dedicó a escudriñar en la historia de este personaje. Para entonces, en Andes, de donde él también es oriundo, muy pocos sabían quién diablos era Gonzalo Arango. Unos, los más jóvenes, decían que era el fundador del pueblo; otros, los más viejos, que era un borracho y marihuanero que una vez había ido al pueblo a escandalizar.
Con charlas y con el traslado de los restos por parte del mismo Juan Carlos, fueron entendiendo que Gonzalo Arango era un escritor. Que alguna vez fundó un movimiento literario denominado el Nadaísmo y que tiempo después, él mismo lo clausuró.
Hablando con parientes del autor y con algunos de sus amigos, entre ellos Alberto Aguirre y Simón González, fue reconstruyendo la vida de ese hombre al que han denominado profeta, sin haber anunciado más que la inevitable aparición de criminales en un país como el nuestro en el que son escasas las oportunidades de ser alguien y en el que las adversidades persiguen y acosan. Esto, en Elegía a Desquite.
Y esa secuencia año a año es la que aparece en este libro, en el que Kale se niega a aventurar juicios de valor, opiniones, sino que se limita a consignar los datos de sus investigaciones.
Sus opiniones, sus juicios estarán en una novela que prepara actualmente, que se llamará Jesús, Gonzalo, Tomás y Juan. (Juan es él.)
Kale cree que los nadaístas se han dedicado a acomodar la historia, para dar a entender que lo suyo, más que un movimiento literario era una sucesión de actos vandálicos, muchos de los cuales no tuvieron lugar o en los que no participó el andino, según él ha comprobado.
Aunque no se considera nadaísta, Juan Carlos Vélez destaca la única novela de Arango, Después del hombre. Una narración en la que retrata la época en la que apenas está entrando la marihuana. Habla de un Medellín borracho y putero, de una juventud en crisis, de la cual él hacía parte.
"Gonzalo Arango no es de él; no se pertenece. Le pertenece más bien a las nuevas generaciones que lo están buscando", sostiene Kale.