Histórico

Kia apuesta en sedanes medianos con Cerato Forte

Con un portafolio renovado, la marca de origen coreano está compitiendo con fuerza en el mercado local.

01 de junio de 2012

El desarrollo de la marca Kia en Colombia se puede constatar de manera clara con su avance en el escalafón de ventas que mensualmente se registra por importadores y ensambladores en el país. Hoy se encuentra en el cuarto lugar de este ranking, cuando hace poco más de un año estaba en el séptimo lugar, y es la segunda marca de vehículos importados más vendida en el país.

Esta toma de posiciones también se refleja en el tema de la expansión geográfica de sus vitrinas y en el crecimiento de su portafolio de productos.

Poco a poco la marca va asentándose en los diferentes segmentos del mercado.

Diseño moderno
Hoy ocupa estas páginas uno de los modelos de la nueva generación de diseño que ha desarrollado la marca de la mano de Peter Schreyer, quien le dio un nuevo aire y más personalidad a los modelos de la coreana.

Un estilo que se refleja en un trazo muy moderno en cada línea del vehículo. Un frente con una mirada agresiva, una línea que parte de las ópticas delanteras a las puertas. Y luego continúa de manera fluida hasta terminar en una retaguardia moderna, robusta y en consonancia con el conjunto del vehículo.

Adentro el espacio es amplio. Con unas sillas en una tela con costuras rojas que dan buen contraste y generan una buena sensación de comodidad y disposición de altura para el conductor.

Un cuadro de instrumentos simple, de fácil lectura, con la pantalla del computador a bordo y una iluminación en rojo que bordea el contorno de los relojes. En el volante los comandos de control del sonido, o el control de crucero.

Cuenta con suficientes espacios para guardar los objetos y documentos que sus usuarios promedio pueden llevar normalmente, y un espacio amplio en su maleta.

Su comportamiento
La unidad que facilitó Distrikia está dotada con el motor de 2.000 centímetros cúbicos, doble árbol de levas y 16 válvulas. Este motor funciona de manera solidaria con una caja automática de 6 cambios.

Al encender el vehículo y oprimir el pedal de aceleración su arranque no es totalmente contundente. Transitando ya sobre las 3.000 revoluciones, o un poco antes, el torque comienza a mostrar el potencial que el auto refleja. Y esta es la medida más adecuada para lograr un manejo óptimo del carro, siempre sobre ese marcador en el tacómetro que permite que sus 159 caballos vayan mostrándose cada vez más briosos en la medida que se acercan a su nivel de potencia máxima en las 6 mil revoluciones.

En el modo automático, que fue la mayor parte del tiempo de manejo, especialmente en tráfico urbano, el cambio entre marcha y marcha se hizo de modo muy suave, y sin períodos muy largos entre la entrada de una marcha y otra. Además las recuperaciones entre cada una son rápidas y las caídas de revoluciones no son pronunciadas, cerca de mil vueltas entre una y otra.

La dirección responde de manera precisa y rápida y la marcha se siente en términos generales aplomada, aunque al aumentar la velocidad el carro puede ir un poco suelto.