La Felicidad de estar sobre el Cauca
Estar sobre el agua es una especie de felicidad, no importa si es el mar, una piscina o un río, es como volar, sentir el arrullo del líquido mientras se olvida del mundo.
Ayer domingo, muchas personas -unas 300- quisieron sentir ese arrullo, sentir el palpitar del río Cauca en lo que fuera: botes, kayaks o neumáticos, lo importante era percibir esa felicidad de vivir encima del agua.
El motivo de la reunión era el ya tradicional bote paseo "Hola Río Cauca", que anualmente reúne a unas 300 personas para recorrer desde La Pintada hasta Bolombolo las aguas del segundo caudal más importante del país.
Y fue eso, pura alegría. Los rostros estaban sostenidos de puras sonrisas. En las orillas, mientras los botes pasaban, cientos de personas salían a saludar, como si fuera la primera vez que por allí pasaran.
¿El recorrido? Suave, acalorado y con un paisaje hermoso, con el cerro Amarillo como principal anfitrión y ese valle que forma el río mientras acaricia Antioquia.
Para Juan Carlos Isaza, quien tenía desde las ocho de la mañana encerado el rostro de bloqueador y se vino desde Medellín tentado con la idea de estar sobre las aguas del Cauca, la experiencia fue inolvidable.
"Escuché un aviso por radio y decidí venirme temprano par acá. Me parece algo muy positivo para que tengamos claridad que al río hay que cuidarlo", dijo.
Mientras tanto, Julián Fernández, organizador del evento, también cubierto por una máscara de bloqueador, iba de aquí para allá resolviendo chicharrones de último momento: que los chalecos salvavidas, que los almuerzos, que los botes para los invitados.
"Estoy muy contento con la afluencia de la gente. Es muy reconfortante saber que hay personas que se preocupan por la salud del río Cauca. Vamos a continuar con este proyecto durante muchos años más", expresó.
Y así se fue el recorrido, con mucha alegría, dejando constancia de que al Cauca hay que cuidarlo, así sea en bote, kayak o en un neumático.