Histórico

La Independencia en un grito sinfónico

LA HISTORIA SE escuchó en "200". Hasta el Grito de Independencia sonó, con ritmos muy colombianos. La obra, del compositor Victoriano Valencia, fue creada para la celebración del Bicentenario. El primer movimiento se estrenó en el Metropolitano.

09 de abril de 2010

Suena 200. La música suave y un gritote que se escucha de pronto. Sigue el sonido, más fuerte, más suave, más alegre, más colombiano. Y el grito, por supuesto, tiene que ver con la Independencia.

La obra es del maestro Victoriano Valencia y fue comisionada por el Ministerio de Cultura de Colombia para la conmemoración del Bicentenario. Su nombre completo: Tercera suite 200.

Y lo que se escuchó el jueves en la noche fue el primer movimiento Interdependencia , de cuatro que serán. Un estreno mundial y casi como un antojo de 11 minutos.

La interpretación estuvo a cargo de la Banda Sinfónica Juvenil Red de Escuelas de Música de Medellín, en un concierto de gala y en el marco del Congreso Internacional de Música para banda.

Sin dejar nunca el concepto de Independencia, hay lenguajes de otros contextos como el europeo y el norteamericano. Y la historia de hace 200 años se trae al plano actual, con "elementos de la música nacional. Por eso los tambores, y la percusión, que es una práctica muy de la tradición percutiva de la fiesta. También hay una gaita", explica el maestro Victoriano. Elementos muy tradicionales del país, para los que a veces usan la voz y las manos. Hasta el ritmo del Caribe colombiano se siente completo.

A través de la música van pasando los momentos políticos, incluyendo el florero, la Independencia de Cartagena y también la Patria Boba. "Todos están escritos en la partitura. Es como una especie de programa que ordena el discurso musical", cuenta el compositor.

Bien, este primer movimiento hace varias preguntas: ¿Somos independientes? ¿Podremos serlo? ¿Debemos serlo? Y el maestro añade, "la idea de fondo no es tanto el contraste entre el enemigo y nosotros, sino comprender una relación de interdependencia, interexistencia".

Y para darle coherencia hubo que darle un repaso a la historia, para tener cada detalle, pero además para poder traerla al momento actual. De ahí que, expresa el músico Victoriano, la composición sea muy programática y tenga un guión que le ordena.

Los otros movimientos, que ya están listos, se guían más por la música misma y hasta tienen ingredientes latinoamericanos.

La obra completa se escuchará en el Gran Concierto del 20 de Julio y la pretensión es que diferentes bandas del país la toquen en simultánea.

Un concierto de gala
El director los mira. La batuta en la mano y con la otra un movimiento suave. La música va entrando y suena del todo. La primera interpretación, El arca de Noé.

Así inició el concierto en el Metropolitano, bajo la dirección de Frank De Vuyst, el director titular de la Banda Sinfónica de la Red de Escuelas, y quien también dirigió 200 . Se escuchó una obra que va contando el relato bíblico, donde, de una manera muy hábil, hasta los sonidos de los animales se sienten.

Y después de oírse Canticum y Canicorum , bajo la batuta del belga Bert Appermont, y Sinfonía N° 3 Don Quixote , con el director invitado Robert Smith, 200 contó toda su historia. La trompeta se escucha sin compañía. Representa la imagen colonial, el otro. Se siente colombianísima, de inmediato. Y más allá, la respuesta del eco. Después, la música suena a victoria, a fiesta, a Independencia.