La Macarena, escenario de las amenazas
En este atractivo natural del Meta está prohibido el ecoturismo por problemas de orden público. Las Farc hacen presencia allí.
El domingo 15 de enero a las 2:00 de la tarde, en la Sierra de La Macarena dos explosiones hicieron correr a todos los bañistas del río Caño Cristales, uno de los sitios turísticos que enseñan con orgullo los habitantes del Meta y que les ayuda a quitarse de encima el estigma de pueblo guerrillero que les dejó el conflicto armado.
No hubo heridos, pero sí la certeza de que en ese santuario natural, habitado por venados, ocelotes, tigrillos y pájaros, "los del monte", como les dicen a los de las Farc en esta zona, habían construido su hogar.
Este episodio no es el único de una serie de hechos que llenan de temor a la población, que ahora teme ir a las diferentes zonas del parque natural donde 57 personas han padecido accidentes por minas antipersonal, municiones sin explotar y artefactos explosivos improvisados.
Un pescador sufrió las consecuencias de "desobedecer" el mandato del grupo guerrillero que prohibió pescar en el río Guayabero, en el Raudal, sector del Parque Natural Sierra de La Macarena, donde un letrero con una calavera y con las siglas Farc-EP, en letras grandes, restringe la pesca.
Uno de los tiros le destruyó su pierna, destruyó parte de sus genitales y otro disparo terminó incrustado en el oído de su esposa que llevaba a su pequeña en los brazos.
Cerrados por seguridad
El Parque Nacional Sierra de La Macarena está cerrado desde hace 12 años y las actividades ecoturísticas en su territorio están prohibidas.
Entre los parques que también han tenido problemas de seguridad están el de Munchique (Cauca), el Nudo de Paramillo (Antioquia y Córdoba), el Nevado del Huila y los Farallones de Cali por presencia de las Farc.
Los continuos combates indican la presencia de grupos guerrilleros y bandas criminales, que afectan estos pedazos de suelo colombiano 'colonizados' y contaminados por grupos armados ilegales.
Daniel Ávila , director del Paicma, aseguró que para el desminado de los parques se trazaron planes junto con la Inspección General de las Fuerzas Militares para atender las denuncias por presencia o sospecha de estas armas en el menor tiempo posible.
Cabe anotar que en 33 parques, 1.229 personas, entre personal de Parques Nacionales Naturales de Colombia y comunidad aledaña, han recibido talleres de capacitación en Educación en el Riesgo de Minas.
También se han estructurado planes de contingencia para situaciones de riesgo por conflicto armado, en los que se incluye el tema de identificación de amenazas por presencia o sospechas de minas.
Sin atractivos naturales
En La Macarena la indignación recorre las calles polvorientas de este pueblo en el que aún pululan milicianos de las Farc. De los residentes, ninguno habla de la historia del pescador o del episodio de Caño Cristales sin un asomo de desconfianza.
Uno de los habitantes, sentado junto a la puerta de la iglesia, asegura que hay quienes ya no pueden ir a los parques porque allá está la guerrilla "y han sido declarados objetivo militar".
En la única discoteca del pueblo un joven relata: "la guerrilla nos dejó sin ir a dónde pasear. Ya no tenemos paraíso. El Tinigua, Los Pichachos, Raudal y otros sitios están peligrosos. Es mejor no ir por allá porque uno se los encuentra y no sabemos qué actitud van a tomar".
Atrás, a todo volumen, un corrido prohibido ensordece a medio pueblo. Su letra es dedicada a las Farc.