Histórico

LA PAZ: CONFUNDIDOS

01 de diciembre de 2013

Cuando gobernantes, políticos, generadores de opinión o algunos líderes sociales, entre otros, quieren imponer sus ideas, recurren a palabras o artilugios que conllevan a generar confusión en sus receptores o, como se dice popularmente, a pescar en río revuelto para tener más poder o fortalecer intereses particulares en sacrificio del bien común.

Lo anterior, hoy más que antes, se observa con la mala utilización de la palabra paz, la cual, sistemáticamente, es usada sin hacer alusión a su real definición sino, más bien, con intereses que se develan a medida que transcurre el tiempo.

En internet, en el diccionario wordreference.com, una sencilla definición de paz: "pública tranquilidad y quietud de los Estados, en contraposición a la guerra o a la revolución"; contrario a lo que se está repitiendo en Colombia, por la mayoría de medios, sobre las conversaciones que se realizan en La Habana, pues nada que ver con lo que viviremos si se firma algo al final de este episodio.

Tal vez, en aras de la claridad meridiana que merece el país, debería decirse que dichas reuniones están orientadas a lograr acuerdos con uno de los actores de la violencia, lo cual, sin lugar a dudas, debe terminar en la entrega de las armas y en la conclusión de actos que atenten contra la comunidad en general (sean asesinatos, tomas de pueblos, secuestros, etc.).

No hay otra realidad en este tema, hoy convertido en bandera partidista, generando la polarización de conceptos y la prolongación de la beligerancia y no en unidad nacional, pues el anhelo general es vivir con tranquilidad contando con el aporte que cada uno de los generadores de violencia debe hacer, acogiéndose a la vida democrática dentro de las diferencias normales que caracterizan la convivencia en comunidad.