La prioridad es el empleo
La recuperación económica y la aceleración del crecimiento seguramente fortalecerán la generación de empleo formal. La determinación del nuevo salario mínimo debe apalancar este proceso.
La economía colombiana continúa presentando señales de recuperación. Aunque estas todavía no son tan sólidas como para asegurar que, por fin, se entró en una fase de franco crecimiento, sí ayudan a crear un clima más optimista y favorable en las principales actividades económicas.
Algunos sectores, como el comercio y la construcción, presentan cifras alentadoras. El gremio de los comerciantes ha dicho que en el pasado mes de octubre las ventas del sector tuvieron un repunte. Sin embargo, las expectativas de ventas bajaron ligeramente.
Por su parte, Anif ha indicado que, gracias a que las ventas de vivienda en las principales ciudades del país continúan creciendo a niveles moderados, se espera que al cierre de 2013 el área licenciada aumente 20,6 por ciento. Además, los constructores consideran que la situación del sector se encuentra por encima del promedio histórico.
Igualmente, la confianza de los industriales y los comerciantes ha mejorado. Esta confianza se ve favorecida por el crecimiento progresivo que presenta el consumo de los hogares que, desde el lado de la demanda, se ha convertido en el propulsor de la economía.
Sin embargo, a septiembre pasado las exportaciones totales presentaron una caída del 1,2 por ciento con respecto a igual período del año pasado. Para los últimos 12 meses la disminución en las exportaciones es del 2,0 por ciento.
Todo esto hace pensar que en 2013 el crecimiento del PIB se ubicará ligeramente por debajo del 4,0 por ciento.
Sin embargo, en los dos últimos trimestres se hará evidente el nuevo aire que está tomando la economía. Este mayor aliento hace que el Banco de la República y el Gobierno mantengan sus previsiones de que para el año completo el país crezca por encima del 4,0 por ciento.
Para el 2014, el BBVA prevé que el crecimiento de América Latina dependerá, en buena medida, de lo que pase en Chile, Colombia y Perú, países que estima crecerán 4,0, 4,7 y 5,6 por ciento respectivamente. El FMI también destaca a estas tres naciones como los líderes económicos de la región.
Las previsiones acerca del crecimiento de la economía colombiana hacen pensar que la dinámica de generación de empleo que se ha venido dando durante los últimos meses se mantendrá durante el próximo año. Si estas tendencias se consolidan, es posible que el desempleo continúe a la baja.
Los jóvenes han sido uno de los principales grupos sociales favorecidos con la creación de empleo. Durante el tercer trimestre del año la tasa de desempleo juvenil cayó 1,4 por ciento y ahora se ubica en el 16 por ciento.
En el mundo hay 200 millones de personas desempleadas, cifra que todavía no cesa de crecer. Los jóvenes han sido uno de los grupos más afectados con esta situación. Por ello, la Organización Internacional del Trabajo destaca la creación de nuevos puestos de trabajo como la prioridad de las políticas públicas nacionales.
En este orden de ideas, en las discusiones acerca del valor del salario mínimo para el próximo año deberá tenerse en consideración que en materia laboral lo que debe prevalecer es la generación de empleo formal y no la defensa cerrada de privilegios y beneficios.
Por tanto, el nivel del salario mínimo que finalmente se establezca, antes que frenar la recuperación de la economía y detener la generación de empleo, debe facilitar la disminución del desempleo y la creciente formalización del trabajo.
sin un adecuado control de precios, no se tendrá poder adquisitivo
Por Domingo Tovar Arrieta
Presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia, CUT.
El Gobierno colombiano hace alarde del buen momento de la economía y de que viene cayendo el desempleo. Pero la pregunta principal es qué tipo de empleo es el que se está creando y cómo están haciendo esas mediciones.
El empleo en el cual se basan esas cifras no es empleo con garantías. El país no tiene una política clara y efectiva que combata la informalidad. Hay más gente ocupada, pero en condiciones que apenas les sirve para subsistir.
Es importante que se acompañe la discusión del salario mínimo del 2014 con políticas de control de precios. El aumento del precio de la gasolina merma el consumo y si no hay consumo, no se mueve la economía. Si paralelo al aumento del salario mínimo no se hace un verdadero control de precios, los trabajadores nunca tendrán capacidad adquisitiva.
En el tema de la productividad, se pide que la cifra del salario mínimo dependa de esos parámetros. Pero cómo se explica que si la economía está creciendo y cae el desempleo, no haya productividad. Ya hay un esfuerzo en productividad.
El aumento del salario mínimo debe ser acorde con la realidad. Debe permitir al trabajador adquirir lo básico de la canasta familiar y tiene que ir de la mano con la economía, que por todos lados nos han dicho que marcha muy bien.