La segunda adolescencia
A los 40 años, la mayoría de los hombres es asaltada por el demonio de medio día.
Les provoca desasosiegos tan o más terribles que los de las mujeres a esa misma edad causados por sus cambios hormonales.
Pero ellos pueden tornarse incluso más incontrolables que ellas cuando aparece la preocupación de saber que están en la mitad de su ciclo vital.
Esa denominación (Demonio de medio día o crisis de media vida) se debe a que esta edad se considera como la mitad de los años promedio que puede vivir una persona.
Según el psicólogo Juan Carlos Posada, esto pasa porque sienten que ya no son jóvenes, pero tampoco viejos, su cuerpo no es el mismo y se sienten agobiados con sus responsabilidades.
Comienzan a replantear su vida hasta ese momento haciendo un balance de las metas que han cumplido y las que no. Estas últimas pueden llegar a convertirse en frustraciones.
"Es muy duro para cualquier persona llegar a los 40 años y darse cuenta de que no ha conseguido el capital que siempre soñó, o que no tiene el puesto que ha buscado. Uno siente que está llegando a la vejez sin hacer nada de lo propuesto", cuenta Juan Manuel Cardona, quien en la actualidad suma 42 años.
Síndrome de Peter Pan
"Esa dificultad para entender que ya tienen 40 y no 20 hace que estos hombres se devuelvan a la adolescencia con muchos de los comportamientos característicos de esta época de la vida.
"Al llegar al "cuarto piso" muchos hacen una negación en su mente y no aceptan que están envejeciendo y niegan todas sus responsabilidades", explicó la psicóloga Carolina Zapata.
Para sentirse mejor comienzan a vestirse como los jóvenes, se compran motos grandes y hasta se consiguen una o varias amantes.
Hoy en día, muchos de los divorcios son causados por esta razón, pues las mujeres no aceptan fácilmente que su esposo quiera salir solo con sus amigos a rumbear o que empiece a explorar con otro tipo de afectos fuera de casa.
Carol Shepp, ex esposa de John McCain, candidato a la presidencia de Estados Unidos, cuenta que "su matrimonio se acabó porque él no quería tener 40 años, sino 25 años", y en medio de su crisis le fue infiel con Cindy Hensley, su actual esposa.
Aunque también hay mujeres que sienten este deseo de liberarse a los 40, lo hacen menos, pues se sienten más atadas a sus hijos, mientras que los hombres no tienen ese vínculo tan estrecho y pueden liberarse sin cargo de conciencia.
Otro de los aspectos que cambia en esta edad es la sexualidad. Posada asegura que "en la mayoría disminuye la cantidad, pero aumenta la calidad en las relaciones sexuales, gracias a su experiencia y a su madurez, razones por las cuales resultan muy atractivos para las mujeres jóvenes".
Sin embargo, casi ningún hombre está preparado para vivir en medio de la soledad, por lo que casi siempre recapacitan y prefieren volver a su hogar con la relación estable que tenía con su esposa. Y con más de 40.