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Laboratorios se clasifican por áreas

Hay tantas clases de laboratorios como posibilidades en la medicina, por eso es necesario organizarlos.

25 de abril de 2012

Si el nombre genérico de laboratorio puede hacer pensar que se trata de un lugar en el que se realizan pruebas para detectar todas las patologías, en realidad existen varios tipos de laboratorio y diversas maneras de clasificarlos.

Para Santiago Estrada Mesa, director del laboratorio clínico de la Congregación Mariana, la categorización más elemental es según niveles de complejidad: alta, media y baja, tal como son certificados legalmente. Cada grado está determinado por el tipo de pruebas que realiza y la tecnología con la que lo hace.

"En primer nivel están las pruebas de rutina que podemos dividirlas en tres grandes grupos: hematológicos, químicos y coprológicos. Son pruebas más simples, pero a medida que va creciendo la complejidad se llega a un segundo nivel, con más capacidad y finalmente, a un tercer nivel donde tenemos pruebas para VIH, biología molecular, hormonas", agrego Estrada.

Otra manera de catalogarlos es teniendo en cuenta su horario, ubicación y servicios. Así encontramos los laboratorios hospitalarios y los no hospitalarios o ambulatorios. La diferencia básica está en la atención, pues mientras los primeros tienen servicio 24 horas y están preparados para pacientes en estado crítico que se encuentran dentro de la clínica, los segundos tienen horarios diurnos y suelen estar fuera del hospital.

Algunas especialidades
Otra clasificación puede ser laboratorios clínicos generales, dedicados a las pruebas de rutina y laboratorios especializados, que se ocupan de un área determinada de la medicina. Pero los laboratorios generales de alta complejidad suelen contar también con áreas especializadas en su  interior.

Marcela Gaviria, directora del laboratorio clínico Gonzalo Aristizábal de la Clínica Medellín, hace una diferencia fundamental entre laboratorios clínicos y laboratorios de patología, "en el primero tenemos áreas como microbiología, hematología, coagulación, inmunología, casi todas pruebas con líquidos y fluidos del cuerpo, mientras que en el laboratorio de patología se dedican a analizar otro tipo de muestras como biopsias por ejemplo, es decir, tejidos".

En ese mismo sentido están los laboratorios de investigación, tal como explica Sergio Jaramillo Velásquez, director del laboratorio clínico del hospital Pablo Tobón Uribe. "Se desarrollan procedimientos especiales que dan soporte a lo que se está investigando. En este contexto uno puede investigar de forma muy especializada, por ejemplo desde la biología molecular, una sola enfermedad, o un solo virus o parásito u hongo, o también puede ser una investigación sobre moléculas, por ejemplo, implicadas en un tipo particular de cáncer. La diversidad es tan grande como posibilidades tiene la medicina".

Entes reguladores
No se pueden olvidar los laboratorios departamentales de salud pública, centros que dependen del Instituto Nacional de Salud y se encargan de vigilar los estándares de calidad en laboratorios generales y especializados.

También realizan actividades de asesoría, asistencia técnica e investigación y se encargan de aquellas enfermedades que son de notificación obligatoria como la malaria, el dengue, la tuberculosis, la lepra, el cólera y otras afecciones consideradas una amenaza para la salud pública.

Su fin es obtener datos certeros sobre la magnitud de ciertas alteraciones de importancia epidemiológica y controlar factores de riesgo a través de determinadas medidas.

Los laboratorios departamentales conforman una red en sus zonas de influencia. Los demás, pueden solicitar hacer parte de ella y participar de las actividades académicas que programa, por lo general  enfocadas en el intercambio de conocimiento y almacenamiento de datos para elaborar  perfiles epidemiológicos de la población.