Las bandas, mala nota
El Valle de Aburrá soporta hoy una presencia poco benéfica: la de 308 grupos delincuenciales "inventariados" por el Ministerio del Interior y Justicia. A 2009, la Policía Metropolitana contaba 146.
Estas cifras significan, ni más ni menos, que hay un crecimiento, una reactivación de esas celúlas generalmente vinculadas a actividades ilegales y responsables de homicidios y de robos.
Pero el problema mayúsculo es la conexión de los denominados "combos" con el mercado del microtráfico. La droga activa guerras por el poder económico que deriva del control mafioso. Una viga en el ojo propio que nos punza, que nos duele.
Por fortuna, el gobierno central está al tanto y lo que esperamos en Medellín y su Área Metropolitana es que arranquen políticas eficaces de control y desmonte de esas estructuras tan dañinas.