Histórico

Las exhumaciones: dos años desenterrando a los muertos

12 de diciembre de 2008

El 19 de febrero de 2007 el fiscal Gustavo Duque asumió el reto de desenterrar a las víctimas de la guerra abandonadas en fosas comunes a lo largo de la geografía antioqueña, y devolvérselas a sus familiares para una última despedida.

Luego llegaron dos fiscales más para apoyar una labor que se concentra en Antioquia pero que también soporta el trabajo de sus colegas en los departamentos de Caldas, Risaralda, Cesar, Tolima, Córdoba y Chocó.

En los últimos dos años, la Unidad de Exhumaciones de la Fiscalía, regional Antioquia, ha logrado desenterrar los restos de 311 personas. La mayoría en municipios como Ituango, Tarazá, San Carlos, Nariño, Argelia, Granada, Olaya, San Vicente y Amalfi, entre muchos otros.

Durante este 2008, en Antioquia, esta unidad logró recuperar 156 cuerpos, de los cuales ya 123 cuentan con algún indicio de su identidad.

Para corroborar de quiénes se trata realmente, esta unidad también tomó durante este año que termina 129 muestras de sangre a posibles familiares, cuyo ADN será cotejado con el de los restos. Sólo de esta manera será posible dar con la identidad plena de las víctimas y entregárselas a sus dolientes.

Gracias a ese procedimiento, este año 65 familias han podido recibir los restos de sus seres queridos para darles sepultura.

Vocación de servicio
Según Gustavo Duque, coordinador de esta unidad, estos resultados sólo son posibles por el compromiso de su equipo.

"Este trabajo es para el que le guste y tenga vocación de servicio. Aquí se pierde la vida social y familiar. El equipo se va quince o veinte días en condiciones a veces muy difíciles, tanto por logística como por seguridad", cuenta Duque.

Es que Colombia es quizás uno de los pocos lugares en el mundo donde se adelanta un programa de exhumaciones mientras persiste el conflicto armado.

Este año por ejemplo, Gustavo y su equipo debieron trabajar en sitios donde se estaban presentando enfrentamientos entre el Ejército y la guerrilla de las Farc.

Según el fiscal, "otro de los riesgos grandes que asumimos en terreno son las minas antipersonal. Eso nos dificulta mucho el trabajo".

Para los miembros del equipo de exhumaciones, investigadores, antropólogos, auxiliares, topógrafos, fotógrafos y fiscales, la emoción es grande cuando después palear en un terreno encuentran los primeros restos.

"Pero eso no se compara a la emoción, a la satisfacción de entregar los restos de una persona a su familia que lo creía desaparecido. En medio del dolor eso es una especie de alegría difícil de explicar", relata Gustavo Duque.

Para 2009 esta unidad ya tiene previstas tareas importantes como la exhumación de los cuerpos que estén enterrados en La Escombrera de la comuna 13 en Medellín. También continuarán los trabajos en Carmen de Atrato, Condoto y Acandí, en Chocó, y en Segovia, Ituango y el Oriente de Antioquia.