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Las mentiras más comunes de las mujeres

10 de febrero de 2013

La psicóloga Maritza Gabriela Otero explica las razones por las cuales las mujeres suelen mentir de manera continua, con amigas, amigos y parejas, y cuáles son esas mentiras habituales en el género femenino.

Esas mentiras, algunas piadosas, otras por protocolo y simple educación, algunas por inseguridades propias o por evitarse una enemistad. Otras por hacer sentir mejor a la pareja y algunas para justificar su falta de planeación en cuanto a tiempo se refiere. Y unas muy usuales relacionadas con su imagen. Lo cierto es que las mujeres suelen coincidir en esas “mentirillas”.

Es hora de conocer las razones por las que mienten y qué se esconde detrás de cada una de esas frases.

A continuación se encontrará con un ranking de mentiras, sin importar el orden, que suelen ser las más usuales. Ellas nos confesaron cuál es la que más dicen.

1. “No soy celosa y confío plenamente en ti”
Esta mentira reúne todo lo relacionado con la pareja, respecto a la forma como se abordan los problemas. Aparece también la famosa frase “no estoy molesta”, “no hay lío” o “no te preocupes, ya se me pasará”.

Opina la psicóloga:
“Es una mentira que tiene que ver más con la necesidad que tiene el hombre de cubrir su ego. El machismo que los hombres manejan en la relación pone a una mujer moderna en posición de mentirle, ya que si expone abiertamente sus dudas es criticada y muchas veces maltratada”.

2. “Me lo regalaron”, “estaba en oferta”, “lo necesitaba”, “no tengo qué po-nerme”
Esta mentira está asociada a las compras. Muchas se justifican ante su impulsividad con las tarjetas de crédito y demás deudas, solo por suplir sus caprichos. Pero nunca, necesidades de primera mano.

Opina la psicóloga:
“Las mentirillas con respecto a las compras están directamente asociadas con la culpa. Es decir, nos sentimos culpables de gastar el dinero que no tenemos, y buscamos justificarlo ante los demás. De esa forma evitamos escuchar críticas que nosotros mismos nos hacemos”.

3. “Ya voy llegando”, “salgo en cinco minutos”
Esta mentira está asociada con la falta de planeación del tiempo. Si la cita es a las ocho de la noche, justo diez minutos antes empiezan a buscar qué ponerse.

Opina la psicóloga:
“Ahí actuamos según la creencia inconsciente de que las mujeres se hacen esperar. Sin embargo, viene también de la necesidad de justificar para evitar la crítica. Por eso se acude a la mentirita, pues todo es falta de planeación del tiempo y de ser más cumplidas, más puntuales”.

4. “Eres el mejor”
En esta mentira no solo se incluye el desempeño sexual, sino también el número de parejas con las que se ha tenido sexo o el número de novios. Muchas mujeres prefieren mentir; otras quizá sean sinceras al respecto, pero el resultado será siempre una ofensa para el hombre. Lo mejor es no preguntar lo que no quiere oír.

Opina la psicóloga:
“Una mujer inteligente, por lo general, miente en este aspecto. Más que por ella misma por la pareja. Esto se debe al orgullo masculino, pues a la mayoría de los hombres no les gusta escuchar que no han sido parte de las relaciones sexuales satisfactorias y tienden a alejarse ante la crítica. La mujer tiene la capacidad de ser más compasiva en este aspecto, y por ello miente”.

5. La edad: dos o tres añitos menos
Muchos hombres saben que este tipo de preguntas son prohibidas hacia el género femenino. Razones, miles, o quizá ninguna. Para ellos puede ser una tontería que ellas hagan un drama cuando se les formula dicho interrogante. Pero, si le interesa mucho esa mujer, lo mejor es que se salte esa pregunta, y ya con el tiempo encontrará otro tipo de estrategias para saber su verdadera edad. Por supuesto sabemos que no debe ser un drama, pero conozca las razones por las que puede representar para ellas una ofensa.

Opina la psicóloga:
“La mayoría de mujeres evitan hablar de su edad, o mienten con referencia a ello por varias razones. En realidad tiene que ver con el miedo a perder privilegios que aparentemente solo la juventud nos brinda. Esto también tiene que ver con lo que la gente pueda pensar de ella, respecto a su estado civil, por ejemplo, u otro tipo de clichés que establece aún la sociedad, aunque parezca mentira”.

6. “Claro que me gustó, estaba divino”
En este tipo de mentiras juega un papel importante la discreción, y para muchos la decencia. Para qué decir que no le gustó ese regalo, si puede cambiarlo y seguro a él se le olvidará. O inventar una excusa más sutil como “creo que me quedó grande, puedo cambiarlo”.

Opina la psicóloga:
“Esa mentira es de educación y es casi necesaria, pues si le dices a tu pareja o a cualquier persona que no te gusta el regalo que le das, seguramente pierde la motivación a darte regalos. Esta sí es una mentira necesaria, a no ser que prefieran entrar en la modalidad de los no detalles y nada de sorpresas”.

7. “Por supuesto que no estás gorda”
En este aspecto, muchas mujeres prefieren mentir antes que acabar con una amistad de años. Pero para algunas pesa más la sinceridad y la forma como se dicen las cosas. No dejarían que su amiga saliera mal vestida, pero tampoco la harían sentir mal. Por eso prefieren mentir y acudir a la frase: “no es que estés gorda, es que esa blusa no te favorece”.
En este punto también se ubica la frase personal: “estoy gorda, ¿verdad?” Jamás quisieran escuchar un sí. Muchas veces lo dicen para escuchar lo contrario. “Cuál gorda, si estás divinamente”.

Opina la psicóloga:
“Lo mejor es decir que ella no está gorda, de lo contrario siempre serías la antipática y envidiosa. Cuando le dices a una amiga que algo no te gusta, seguramente ella piensa que es envidia y no una opinión sincera. Para decir la verdad en este caso, se necesita mucha confianza con la persona y mucha diplomacia”.