Lavezzi y Schürrle, grandes revulsivos
Desatascar partidos es una de las misiones de Ezequiel Lavezzi y Andre Schürrle, revulsivos de Argentina y Alemania, respectivamente.
Pegados a la cal y sacrificados por el equipo, ambos han contribuido a mejorar el rendimiento de sus selecciones en momentos clave del Mundial.
Lo de Lavezzi sucedió por el infortunio de su colega Sergio "Kun" Agüero. Un problema muscular le colocó fuera de las elecciones del seleccionador Alejandro Sabella. En el sudado triunfo ante Nigeria (3-2), entró en el minuto 38. Desde aquel encuentro, siempre repitió como titular. En los octavos contra Suiza disputó 74 minutos, hasta ser reemplazado por Rodrigo Palacio, y en los cuartos ante Bélgica, completó 71 minutos, cuando fue sustituido por el propio Palacio.
En las semifinales frente a Holanda, "el Pocho" Lavezzi, de 29 años, aportó algo que no se ve con mucha frecuencia en un futbolista ofensivo: sacrificio en defensa. Y cerró las incursiones del holandés Arjen Robben.
El rubio Schürrle, sin hacer mucho ruido, ha resultado fundamental para la Mannschaft. Nunca alineó de inicio, pero suma un constante goteo de 155 minutos en cinco encuentros, los más recordados los de Argelia.
Asfixiado por la presión magrebí, Joaquim Löw optó por el descaro, frescura y la rapidez de Schürrle, de 23 años.
En el triunfo ante Francia (1-0), el héroe rubicundo de Löw disputó unos 20 minutos y, en las semifinales contra Brasil, jugó media hora coronada con dos goles de ratón de área, los últimos del 1-7.