Histórico

Michael Jackson llegó muerto al hospital

03 de octubre de 2011

La médico de urgencias que atendió a Michael Jackson a su llegada al hospital Ucla de Los Ángeles el día de su muerte aseguró este lunes en los tribunales de la ciudad californiana que no hubo nada que se pudiera hacer por salvarle la vida.

Richelle Cooper explicó que Jackson llegó al centro médico "clínicamente muerto" después de que ella hubiera dado el visto bueno para declarar oficialmente su deceso a las 12:57 del mediodía del día 25 de junio de 2009.

Su fallecimiento, sin embargo, no se certificó definitivamente hasta las 14:26 de la tarde de esa jornada tras casi una hora y media más de reanimación sin éxito.

Cooper indicó que fue la primera vez en su carrera que trataba de revivir en la sala de urgencias a una persona que previamente consideró que había fallecido.

Tomó esa decisión, según explicó, porque había un médico junto al paciente en el lugar donde se produjo la parada cardíaca y que pidió el traslado en ambulancia.

Ese doctor, Conrad Murray, fue acusado posteriormente de homicidio involuntario por la muerte de Jackson y se enfrenta a una pena de hasta 4 años de cárcel si se le declara culpable en el juicio que entró en su segunda semana en la Corte Superior del condado de Los Ángeles.

Primera seman del juicio
Las primeras personas en subir al estrado en el arranque del juicio esta semana detallaron la dramática situación que se vivió en la mansión del artista en Los Ángeles en la fatídica jornada.

Según uno de los guardaespaldas de Jackson, Alberto Álvarez, testigo clave del caso por ser de los primeros en entrar al dormitorio del cantante el 25 de junio, el creador de Thriller parecía muerto sobre su cama antes de que llegaran los servicios de emergencia.

Álvarez entró en la estancia antes de las 12 y 20 de la tarde pero el cantante no fue declarado oficialmente muerto hasta dos horas más tarde en el hospital Ucla.

El testigo vio a Jackson tumbado boca arriba sobre el colchón con la cabeza mirando hacia la puerta, con los ojos y la boca abiertos.

La escena fue contemplada por los hijos mayores del cantante, Prince Michael, de 14 años, y Paris, de 13, que se mostraron visiblemente afectados.

Álvarez relató que Murray realizaba un masaje cardíaco a Jackson de forma poco ortodoxa, usando solo una mano, y que interrumpió la reanimación para recoger frascos de medicamentos y una bolsa que colgaba de un gotero en la que había propofol, presuntamente con la idea de ocultar pruebas.

Fue ese miembro del equipo se seguridad de Jackson quien llamó finalmente a emergencias bajo indicación de Murray.

La defensa ha estado tratando hasta la fecha de restar credibilidad a los testigos presentados hasta ahora exclusivamente por la acusación y sostiene que fue el propio Jackson quien, supuestamente adicto a los fármacos, se tomó en ausencia del doctor la dosis letal de medicina que acabó con su vida.