Lo afro lo pinta Crespo
Rubén Crespo, el pintor de temas afrocolombianos, expone Color Afro, cuadros de escenas culturales, en la Biblioteca EPM.
Por un acto de rebeldía y porque él, hombre mestizo casi blanco, tiene a un negro por dentro, es por lo que Rubén Crespo pinta personajes afrocolombianos.
Lo de la rebeldía se refiere a que, cuando tenía 12 años y aprendía a pintar en su Bello natal con la maestra Lola Vélez, él se negó a representar las figuras apolíneas de la que decían los profesores constituían la "anatomía perfecta".
"Lo mejor fue que Lola Vélez me permitió hacerlo porque mis figuras conservaban el movimiento", recuerda Crespo. Desde entonces se fue formando el tema de su interés. Luego, cuando pasó a Bellas Artes, el maestro Jorge Cárdenas terminó por "posicionarlo" en el asunto. Lo invitó a documentarse en aspectos culturales, literarios, plásticos, políticos que tuvieran que ver con los negros.
Como si siguiera un mandato religioso, lo ha cumplido al pie de la letra. Ingresó a estudiar Antropología a la Universidad de Antioquia, no con la idea de llegar a ser antropólogo, que no lo es, sino por enfatizar en el estudio de las comunidades afroamericanas.
Se involucró en una investigación en Chocó y se propuso establecerse en ese departamento por dos o tres meses. Al cabo de estos, entendió que lo suyo, esa búsqueda de consolidar una línea creativa, no culminaba en tan corto tiempo y decidió quedarse a vivir en Quibdó por cuatro años, en el decenio del 80.
"Vivía en esa ciudad, pero viajaba de pueblo en pueblo, de río en río, de aguacero en aguacero, captando lo que requería para mis pinturas, consiguiendo un fondo social, cultural, que respaldara las formas que pintaba, de modo que el arte no cayera en el vacío conceptual".
Pintaba, escribía, bocetaba. Tomó tantos apuntes —en dibujos y en notas descriptivas—, que en ellos está el cimiento de la obra de Rubén Crespo, el artista que exhibe una colección llamada Color Afro, en la Biblioteca EPM. Un conjunto de 28 cuadros en acrílico, en los cuales muestra personajes que han viajado de la realidad a la ficción de sus pinturas figurativas y expresionistas, realizando diversas actividades. Hay barequeras, gimnastas, mineros, recolectores de banano y más.
Lo otro, eso de que tiene a un negro por dentro, es lo que le han dicho toda la vida quienes le conocen, entre ellos él mismo: se identifica como ninguno con las culturas afrocolombianas. Con su placidez, su fuerza física, su gozo y las formas de expresar su dolor.