Histórico

Locales nocturnos se certifican para rumba segura

A TRAVÉS DE visitas a los lugares y la exigencia en el cumplimiento de unos requisitos, la Alcaldía de Medellín evalúa la calidad de los establecimientos nocturnos abiertos al público.

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19 de marzo de 2010

Los establecimientos nocturnos de la ciudad no solo reciben por estos días a sus clientes. Una visita técnica llega para verificar el cumplimiento del protocolo Rumba Segura y otorgar la certificación en calidad.

Hasta el 7 de marzo se contabilizaron 110. Con esta medida, la Alcaldía de Medellín pretende promocionar prácticas que contribuyan a una diversión sin riesgos y responsable, no solo en beneficio de los comerciantes sino de toda la ciudadanía.

Adolfo Martínez, coordinador del programa Medellín Despierta para la Vida, en el que se inscribe esta iniciativa, informó que se verificaron, entre otros, sitios de La 33, Barrio Colombia, San Juan, el Centro, El Poblado y Castilla.

El balance, hasta ahora, "es positivo en la medida en que los comerciantes han hecho muy buenas adecuaciones. Unos que se visitaron en días pasados, por ejemplo, invirtieron más de 300 millones solamente en el tema de sonorización".

Con estas inspecciones, dueños y administradores tienen la opción de demostrar el estado de sus locales, para lograr una calificación que les permita recibir el sello de calidad tipo A, AA y AAA, con el que se determinará el horario de funcionamiento que podría ir hasta las 2:00 a.m., las 4:00 a.m. o las 24 horas, respectivamente.

Este programa, añadió, no abarca solamente el tema de la Policía sino de unas prácticas seguras.

"Que no haya problemas de ruido que afecten la tranquilidad de los ciudadanos, que no vendan licor adulterado ni de contrabando, que no haya comida en mal estado, porque el trabajo también se dirige a los lugares de divertimento en general".

Aquellos que no estén certificados al 31 de marzo, podrán funcionar solo hasta la una de la mañana.

"Y cuando se certifiquen, de acuerdo con la calificación asignada, se les incrementará el horario".

Esta estrategia comenzó a montarse en 2004 y se reglamentó con el decreto 1793 de 2009 y la resolución 016 de 2010, como una opción pedagógica y cultural que contribuye con la disminución de los homicidios, la accidentalidad vial, la contaminación auditiva, el fortalecimiento de la cultura de la legalidad y la autorregulación en la noche.

En la evaluación que hacen las autoridades, se tienen en cuenta, entre otros, factores como infraestructura y seguridad, requisitos legales, servicio al cliente, compromiso y aporte a la ciudadanía y buenas prácticas en la manipulación y control de alimentos.

Es un compromiso
Ana Lía Suárez Velásquez, presidenta de la Federación de Comerciantes por la Noche (Fedecon), dijo que este organismo lideró el proceso de la Rumba Segura con la Administración Municipal.

Es importante, manifestó, porque se viene "trabajando en lograr la calidad para nuestros establecimientos y para la ciudad desde hace más de seis años. Este es el resultado de una alianza público-privada y un proceso de educación ciudadana".

Todos, manifestó, están conectados con este tema.

Para Juan Gonzalo Velásquez, de la Corporación Zona Rosa esta medida es "excelente, pues así nos comprometemos a trabajar en el asunto de la legalidad. Se evidencia la inversión de los comerciantes, que la gente está mejorando sus sitios y cumpliendo con todos los requisitos".

De la Asociación de Comerciantes de La 33, más de 32 locales recibieron la primera verificación y, para su director ejecutivo, Juan Carlos Flórez Betancur, la palabra clave en este procedimiento es compromiso.

Dairo Giraldo Posada, del negocio La Garganta, contó que la inversión grande se hizo en capacitación al personal.

Según Hernando Gutiérrez Gómez, del bar Underground, el asunto de las mejoras no ha sido reciente, ellos llevan unos cuatro años adelantando adecuaciones locativas, implementando manuales y sensibilizando al personal, todo por un valor cercano a los 50 millones de pesos.

"Me parece bueno el programa porque va a permitir la extensión de horarios y ojalá se pueda lograr que sea algo definitivo, porque el otro problema de estos permisos es que muchas veces los tenemos tres meses, luego no los tenemos más y no hay una establilidad".

En una encuesta que la Alcaldía hizo el año pasado se registran unos 2.500 centros formales que funcionan de noche, de ellos 1.500 son de rumba.