Histórico

Los 30 años de impunidad del caso Lara Bonilla

Hoy hace 30 años el cartel de Medellín asesinó al ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla. El caso sigue impune.

29 de abril de 2014

Hoy se cumplen 30 años del asesinato del ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, ultimado por el cartel de Medellín; crimen que sigue en la impunidad.

A pesar de haber sido declarado como un crimen de lesa humanidad, en 30 años solo han sido condenados dos de los autores materiales y, según su familia, ha habido un esfuerzo sistemático de no llegar a la verdad.

Este camino de investigaciones le costó la vida al juez Tulio Manuel Castro Gil, así como al coronel Jaime Ramírez, uno de los oficiales de la Policía Antinarcóticos aliados a Lara Bonilla en su lucha contra el narcotráfico.

Ayer, cuando el Gobierno exaltó la memoria del exministro con una ofrenda floral y un acto simbólico en la sede del Ministerio de Justicia, la familia del exministro les pido a la Fiscalía y la Procuraduría que investiguen el homicidio.

"Que retome el expediente, que le asigne la importancia debida. Existen elementos para darle un giro a la investigación y conocer algo de la verdad", dijo Rodrigo Lara Restrepo, hijo del asesinado exministro y hoy representante electo a la Cámara. Lara dijo que incluso el expediente estuvo perdido.

"Nosotros queremos colaborar y entregar elementos que con nuestros medios hemos podido conseguir, esperamos que tenga un fiscal dedicado con el tiempo y recursos suficientes", insistió.

Crimen en la impunidad
Pero Rodrigo Lara Restrepo, quien fue zar anticorrupción del primer gobierno de Álvaro Uribe, indicó que hay sectores que buscan la impunidad tratando de reducir la historia y los hechos al capo Pablo Escobar, "quien si bien participó; hacía parte de una organización que iba mucho más allá de él". Lara indicó que el cartel de Medellín tenía una estrategia política definida que "le permitió capturar a sectores de la administración y obtener las licencias para sus aviones, sin las cuales nunca hubiera amasado una fortuna colosal".

"El Cartel de Medellín tuvo amigos en el Congreso, en puestos claves de la administración. Todo el mundo conoció en los 80 quiénes fueron los congresistas cercanos al cartel y los que intentaron desenmascarar a esa clase política fueron asesinados y empezaron con Rodrigo Lara Bonilla, con Enrique Low Murtra, Luis Carlos Galán. Muchos de esos políticos hoy gozan de una soberbia impunidad". De acuerdo con Lara Restrepo, en este proceso judicial deben ser vinculados los hermanos Ochoa Vásquez, señalados narcotraficantes.

"Ellos gozan de una soberbia impunidad, no sé si por sus apoyos políticos o porque no hay voluntad real de llegar a la verdad a este caso que sin duda pisaría muchos cayos", indicó.

De acuerdo con el electo congresista, es necesario hacer una revisión de la historia del país para no olvidar quiénes habrían supuestamente colaborado con el cartel de Medellín.

En ese sentido, Lara Restrepo trajo a colación el gigantesco complejo cocalero conocido como Tranquilandia e indicó que para poder exportar desde la mitad del Caquetá toneladas de cocaína se necesitaban avionetas. "Y esas avionetas entre 1980 y 1982 las entregó Álvaro Uribe Vélez. Sin esas avionetas el narcotráfico jamás hubiera tenido el auge que tuvo, jamás habría personas como los Ochoa Vásquez, que acumularon semejantes fortunas".