Histórico

LOS ACOMODADOS

10 de mayo de 2013

Los acomodados son personas que ven las cosas no como son sino como a ellos les conviene que sean. Están en todas las profesiones, en todos los grupos sociales, pero pululan en la dirigencia política, tal vez porque el poco interés de la gente hacia lo público, les permite ir ajustando posiciones sin que se note y sacar rédito de todo.

Hay algunos que hoy son adalides de la moral y olvidan que en sus gobiernos fueron cuestionados por la justicia y la opinión pública por sus relaciones con el narcotráfico. Basta ver a Ernesto Samper dictando cátedra sobre la necesidad de recomponer rumbos cuando en sus cuatro años (gracias a Dios no había reelección), no gobernó ni un minuto.

Sorprende leer las cartas de Andrés Pastrana pontificando sobre todo lo que se pueda, y extraña igualmente ver que los medios aún le dan primeras páginas y posiciones destacadas en sus ediciones virtuales a los pronunciamientos sin piso del exmandatario.

Dejó mal sabor ver que el presidente Juan Manuel Santos posesionara de manera tan acelerada al nuevo magistrado de la Corte Constitucional, cuando existían serias reservas sobre su conducta. En manos del magistrado Alberto Rojas quedará la salvaguarda de la carta de navegación del Estado, cuando él no pudo explicar su participación en una operación donde una viuda y sus hijos salieron mal librados.

Asombra ver que hoy por ganar puntos electorales de la manera menos ingeniosa y facilista, Álvaro Uribe y sus precandidatos muestren ineficiencia del gobierno pero eficiencia de la Fuerza Pública en controlar la seguridad. Cuando hay un golpe a las Farc, salen en gavilla a felicitar al Ejército y a la Policía, pero critican al Gobierno.

No vivimos con la tranquilidad que quisiéramos vivir, pero culpar de eso a una parte de la cadena y destacar a la otra es como pretender felicitar al que condimentó una comida y criticar al que preparó el condimento.

Los generales están cansados de repetir que en Colombia existe unidad de mando y que reconocen la línea que les dan sus superiores civiles. O sea que si funcionan bien como fuerza, el reconocimiento debe ser para todos, aunque electoralmente sea más rentable desprestigiar a los civiles porque son enemigos políticos.

Los acomodados saben que la gente se va por golpes efectistas y palabras sonoras. Los acomodados necesitan sacar partida de eso para mantenerse vigentes.

P. S.: ¡Qué lástima que el procurador Alejandro Ordóñez no buscará la Presidencia de la República… Alimentar su ego como lo han venido haciendo, era la menor manera de que se fuera de su cargo y nos libráramos de su visión de sociedad de la edad media.