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Los cascos exigen mantenimiento

EL CUIDADO DE los cascos de los equinos requiere, además de las prácticas de aplomo y herraje, continuidad en los procesos de limpieza y una buena nutrición del animal.

01 de junio de 2010

Los cuidados de un equino van más allá de atender lo que se alcanza a apreciar cuando salen a la pista.

El peso y un pelaje brillante son importantes, sin embargo la belleza del animal comienza por su salud y los cuidados que se tengan, por ejemplo, con sus cascos.

Su mantenimiento periódico es fundamental para el óptimo desempeño del caballo ya que de estos depende la estabilidad y resistencia en el parado del animal.

Para lograrlo, hay que planear, ejecutar y sobre todo no descuidar algunas prácticas de manejo que promueven las buenas condiciones de los cascos de su animal.

El buen desarrollo y conformación del casco depende de las prácticas de aplomo y herraje, sin embargo entre mes y mes, tiempo que se debe realizar el procedimiento, otros factores juegan un papel decisivo: limpieza y nutrición.

El crecimiento de los cascos, de 0.6 a un centímetro mensual, está relacionado directamente con la nutrición del caballo, como aseguró Mónica González, veterinaria y podóloga equina de la Universidad de Antioquia.

La laminitis, conocida como la enfermedad de los excesos, puede, entre otros factores, generarse por la inadecuada nutrición: "no suministrarle forraje y por el contrario altas cantidades de concentrado" como explicó Lucas Isaza, de la compañía de nutrición animal, Premex.

Es necesario considerar además que "una adecuada suplementación contribuye a la dureza y resistencia de los cascos".

En el mercado se comercializan suplementos que promueven la formación de queratina, que favorece un correcto y rápido desarrollo de los cascos.

Para garantizar la adecuada formación del casco se recomienda iniciar la suplementación en la etapa de formación.

"En su primer año de vida los equinos alcanzan el 70 por ciento de su tamaño y talla adulta", opinó Isaza quien además es administrador de empresas agropecuarias y experto en temas equinos.

Los productos, dijo, mantienen y corrigen la integridad del casco y mejoran su espesor, dureza y resistencia.

Lo ideal es que se use como un tratamiento preventivo, una vez al año, para animales que continuamente están herrando y montando.

Si hay daños en el casco, explicó, se puede hacer un tratamiento de choque "que actúa de forma directa en el crecimiento y fortalecimiento del casco y va a ayudar a que se recupere".

Como los cascos se mantienen en contacto con microorganismos patógenos, su limpieza así como de la pesebrera es fundamental para su buen estado.

En la pisada se va formando una capa de mugre, con viruta y sus excrementos, por lo que la limpieza debe ser diaria: con un cepillo y un limpia-cascos se debe remover el mugre y la humedad.

"Una cama limpia y seca y una pesebrera que permita la filtración de la orina, controlan la humedad y el amoniaco ", agregó González.

Si el casco está muy seco, existen productos para nutrirlo e hidratarlo, o para el caso contrario, cuando presentan exceso de humedad.

Estos últimos, sin embargo, "deben ser regulados por un criterio médico", recomendó la podóloga.