Los infiltrados
Los infiltrados¨Por
Orlando Mora
Estrenada hace pocas semanas en todo el mundo, las noticias dan cuenta de que Los infiltrados, de Martin Scorsese, anda caminando bien en la taquilla y está próxima a convertirse en uno de los pocos sucesos económicos de su trabajo reciente como director cinematográfico.
Ese buen destino comercial tiene que ver con la manera como el autor de Taxi driver enfrentó el proyecto, planteado como una obra de género que juega con una historia de infiltrados en la mafia y en la policía de Boston. La tensión y el suspenso se organizan en una curva ascendente, lo que deja al final un sabor grato en el paladar del espectador.
El armado de la trama y el manejo de la narración son recursos usados con solvencia por Scorsese. En lugar de ocultar la información o de crear falsas pistas, el realizador hace que el público conozca la verdadera identidad de los infiltrados y la expectativa se despierta por los peligros que acechan al personaje de Leonardo DiCaprio y que él no percibe en el de Matt Damon.
Los infiltrados fue recibida con beneplácito por alguna parte de la crítica, entendiendo que se trata de un retorno de Scorsese a sus raíces, a un cine que ya había realizado antes y que tiene en Buenos muchachos y Casino dos de sus títulos más representativos.
Personalmente no considero que esa impresión sea correcta. Si bien la cinta en cartelera se ocupa del tema de la mafia y de sus códigos de violencia, muchas cosas han cambiado de fondo y el director luce más en plan de introducir variaciones alrededor del asunto, retomando con alguna libertad la historia del filme de Hong Kong, Negocios infernales.
En lugar del Nueva York que Scorsese conoce como pocos y que ha recreado con persistencia desde su primera obra Quién toca a mi puerta y en obras maestras como Taxi driver, esta vez abandona la mafia italiana y la sustituye por la irlandesa en la ciudad de Boston.
Lo segundo es que la forma de retratar la figura del capo mafioso Frank Costello está bastante distorsionada, con unas tintas cargadas y unos subrayados que explican la selección de Jack Nicholson. Desmesurado, bufón, con rasgos que iban bien en su papel del Guasón en el Batman de Tim Burton o en la comedia urbana Mejor, imposible, acá introduce un factor de desequilibrio en la arquitectura de la obra.
Este último cambio es una prueba inequívoca de que al director le interesaba y se tomó más en serio la parte de la historia vinculada con la policía, acaso con la pretensión de mostrar la corrupción y la descomposición en instituciones que las buenas conciencias americanas siguen creyendo impolutas.
Claro que tampoco me parece que deba privilegiarse la lectura en ese sentido y proponer el rescate y el elogio de Los infiltrados, a partir de ese elemento supuestamente significativo. La impresión que nos deja es que se trata más de un factor de articulación del guión y que no está entre las intenciones de Scorsese proponer una obra con un nivel importante de profundidad.
Los infiltrados es una película de género, realizada con la sapiencia de un hombre que domina el oficio. El cuidado y el detalle con que están rodados los planos dan cuenta de ese conocimiento, con escenas realmente soberbias como la de la persecución, luego del cruce de los dos infiltrados en la sala de cine.
Sucede que a pesar de ese brillo, Los infiltrados ostenta un carácter de trabajo menor dentro de la filmografía de Martín Scorsese, prolongando la sensación de insatisfacción que nos habían dejado Pandillas de Nueva York y El aviador.
Si bien a algunos directores les vienen bien los años y sus obras mejoran con el paso del tiempo- hace un par de semanas lo anotábamos a propósito de Almodóvar y Volver-, otros parecen agotados e incapaces de superar los puntos más altos de sus trayectorias.
A lo mejor el autor de Calles peligrosas, Taxi diver, Toro salvaje, Buenos muchachos y La edad de la inocencia y otras varias perlas juega ahora en el segundo grupo, aunque tampoco está bien cobrar y sacar en cara cada día la genialidad del pasado.
Se proyecta en El Tesoro, Mayorca, Molinos, Monterrey, Multicine Carrefour, Oviedo, Puerta del Norte, Unicentro y Vizcaya.