Histórico

Los nuevos multimillonarios

12 de marzo de 2011

Parece que los multimillonarios no se dan por enterados de las crisis. ¿O será que se alimentan de ellas? Lo pensé después de leer la famosa lista de los hombres más ricos del mundo que publicó la revista Forbes . Este año hay varios datos nuevos: a pesar de la crisis y el desempleo a escala mundial, hoy existen muchos más multimillonarios que el año pasado. Son 1.210. El número se duplicó. La fortuna de cada uno sobrepasa los mil millones de dólares.

No es una novedad: el hombre más rico del mundo sigue siendo el magnate mexicano de las telecomunicaciones Carlos Slim, cuya fortuna subió a US$74 mil millones de dólares. Pero en medio del baño de sangre causado por la guerra contra el narcotráfico, en México hay nuevas fortunas. Una de ellas es la de Joaquín "El Chapo" Guzmán, el jefe del principal cartel de la mafia mexicana de las drogas, quien por tercera vez aparece en la lista a pesar de las protestas de los otros ricos de ese país.

Los nuevos multimillonarios suman 214 y casi todos provienen de países emergentes como Rusia, China, India, Suráfrica y Brasil. La revista dice que sus fortunas son producto del alza global en los precios de las materias primas y el gran crecimiento económico de Asia. Por regiones, sin embargo, el país que tiene más multimillonarios todavía es Estados Unidos: son 413. Asia y el Pacífico tienen 332 y por primera vez en la historia superaron a Europa, que tiene 300. África y Oriente Medio tienen 89, casi todos jeques petroleros o dueños de grandes minas. En América Latina hay 52 multimillonarios. De ellos 30 están en Brasil.

China, que ya es la segunda economía del mundo, duplicó la cantidad de sus multimillonarios. Hoy son 115. A comienzos del 2010, Rusia, la antigua gran potencia comunista, tenía 61 millonarios, pero los nuevos magnates del petróleo, el acero y otras materias primas elevaron ese número a 101 en un año. Moscú, la capital del imperio, se convirtió en la ciudad con más multimillonarios del mundo. Hasta el año pasado era Nueva York.

El español más rico del mundo es Amancio Ortega y ocupó el séptimo lugar en el podio de Forbes. En la recesión de 2009 sus empresas ganaron 18 mil 300 millones de dólares. En 2011, en una de las economías más aporreadas de Europa, con un desempleo del 20%, sus ganancias aumentaron a 31 mil millones. El número de multimillonarios españoles subió a 15.

Aunque en la famosa lista solo aparecen dos colombianos, apenas acabé de leer Forbes recordé una frase de Germán Arciniegas que le escuché poco antes de su muerte, en la entrega de los premios de periodismo de Planeta: "Cuando me entero de que hay un nuevo millonario en Colombia, no me alegro. No sé por qué pienso enseguida en los miles de pobres que tienen que existir para que aparezca un nuevo millonario". También recordé una frase de Balzac. La leí en una novela suya y la apunté en un cuaderno: "Detrás de cada fortuna siempre hay un crimen".

Después me hice estas preguntas: ¿Por qué en Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca y Canadá, que son países desarrollados y ricos, hay tan pocos multimillonarios, y en cambio son ellos los que encabezan la lista de países más felices del mundo publicada por la misma revista? ¿Cómo es posible que mientras tanta gente en todo el mundo ve su futuro cada vez más gris e incierto -sobre todo los jóvenes, que no ven ninguno-, 1.210 personas ostenten fortunas que suman en total más de 4,5 billones de dólares?

El Banco Mundial dice que hace diez años había 2 mil 740 millones de pobres en el mundo que vivían con menos de dos dólares diarios. La crisis económica global ha hecho aumentar esa cifra, a pesar de los intentos por derrotar la pobreza en China y otros países emergentes y el nivel de bienestar colectivo logrado en Canadá y algunos países de Europa del Norte.

Trato de comparar las fortunas gigantescas de los nuevos ricos, cuyas cifras no me caben en la cabeza, con los índices de pobreza registrados por el Banco Mundial. Creo que no es un problema que existan multimillonarios, sino que haya tan pocos, con tantos miles de millones de dólares en sus manos, mientras al mismo tiempo existen tantos miles de millones de pobres obligados a vivir cada día con menos de dos dólares.