Histórico

Los Rojas, unidos por los golpes

El taekwondo llenó tanto sus vidas que pareciese que el destino estuviera empeñado en dejar este deporte en el seno de la familia Rojas Tautiva por muchas generaciones.

31 de marzo de 2012

El taekwondo llenó tanto sus vidas que pareciese que el destino estuviera empeñado en dejar este deporte en el seno de la familia Rojas Tautiva por muchas generaciones.

Todo comenzó con Humberto, padre del maestro Jorge Rojas, quien le inculcó la disciplina. "No tenía paciencia para enseñarme; por eso optó por llevarme con el maestro Raúl Chamber ". Y así el taekwondoga dio sus primeras patadas para luego permitir que el arte marcial se convirtiera en su vida.

Y es que precisamente esta disciplina fue la que ayudó para que Jorge conociera a Elizabeth Tautiva , la mujer con la que actualmente lleva 25 años de casado y dos hijos -Alan, 22 años, y Sara, 17-, quienes también practican el arte marcial.

Elizabeth fue campeona nacional e iberoamericana en los doce años que pasó en la élite del deporte. "Pasábamos por el estadio y escuchamos unos gritos, entramos y vimos unos chicos muy atractivos y desde ahí decidimos que íbamos a tener unos amigos nuevos", cuenta jocosamente la madre, recordando sus inicios.

El maestro Rojas fue director de la Liga Antioqueña de Taekwondo durante varios años y entrenó las selecciones Antioquia y Colombia. "Nos fue muy bien mientras estuve de entrenador con Antioquia, porque casi el 70% del equipo nacional era integrado por antioqueños".

Desde muy pequeños Sara y Alan se iniciaron en la disciplina. Jorge recuerda cuando su pequeño hijo lo esperaba en casa con la indumentaria puesta, pidiéndole "jugar" taekwondo.

Ahora Alan es campeón departamental y nacional en júnior y mayores. Además, es campeón centroamericano. Dos lesiones lo han alejado del deporte pero, ahora se recupera y espera volver a las competencias.

"Todo el proceso, la mentalidad y el talento permanece", dice el deportista, quien estudia Diseño Industrial en la Universidad San Buenaventura.

Por su parte, Sara participa en las categorías júnior y mayores, en las que se ha destacado siendo campeona nacional. "Veía la alegría con la que entrenaban mis padres y mi hermano". La estudiante de Medicina Veterinaria le agradece al deporte "las amistades, la unión con mi familia y la disciplina".

Entre patadas y puños, el taekwondo ha mantenido unidos a los Rojas. Alan y la también taekwondoga Cindy López ya tienen un bebé, de nombre Gerónimo -de siete meses-, quien seguramente, dentro de poco, estará en el dojo practicando el deporte familiar.