Los X-Men enseñan sus garras
MUCHOS EFECTOS ESPECIALES, romanticismo y enseñanzas son las características con las que regresa la mítica historia de X-Men.
X- Men: primera generación es una de las películas de acción que más ha refrescado mi concepto acerca de las cintas de este género, pues no sólo combina luchas entre enemigos, efectos especiales y odios, sino también relaciones afectivas reales y una enseñanza sobre la aceptación de la apariencia física que muy pocas producciones de este tipo traen.
Considero que los actores jóvenes que tiene esta película le da a la historia cierta novedad (aunque fue creada en comic en 1963 por Stan Lee y Jack Kirby). El casting de los personajes fue elegido de una manera impecable. El director de la cinta, Matthew Vaughn, logró que el papel que interpretan cada uno de los actores les quedara como anillo al dedo.
X-Men: primera generación revela la historia secreta de la creación del grupo de superhéroes. Antes de que estos chicos dieran a conocer sus poderes al mundo y antes de que Charles Xavier (James McAvoy) y Eric Lensherr (Michael Fassbender) se convirtieran en Profesor X y Magneto, unos archienemigos que luchan entre sí y se llevan todo por delante, los espectadores pueden ver sus verdaderas raíces. Ellos eran un par de amigos que trabajaban junto a otros mutantes para parar al villano original: Armagedón; sin embargo, durante el proceso para derrotar a este hombre con poderes, se abrió una brecha enorme que los terminó dividiendo y dio comienzo a la eterna lucha entre la Hermandad de Magneto y la Patrulla X del profesor X.
Considero que los efectos especiales de esta película fueron maravillosos y destaco varios momentos como cuando Mística, interpretada por Jennifer Lawrence, hace que sus ojos cambien de color para ahuyentar a una mujer con la que el Profesor X está teniendo conversaciones de conquista y el momento en el que, en la cama de Magneto, muestra su físico de mutante. Además es impresionante y hermoso cuando uno de los personajes villanos, Emma Frost (January Jones) transforma su cuerpo en cristales. Todos los personajes de esta película tienen un poder especial y sin duda alguna, la fotografía y buen hilo conductor de la cinta, hacen que se saque partido de los efectos especiales. La segunda parte de X-Men queda insinuada, ojalá para esta cinta no aplique el famoso adagio popular que indica que las segundas partes nunca superarán a las primeras.