Manizales, de tragedia en tragedia
En Manizales parece repetirse la tragedia de las siete plagas. Hasta hoy lleva cinco: el incendio de la licorera, la destrucción del acueducto que dejó un mes sin agua a la ciudad, el deslizamiento que arrasó un barrio y mató a 48 personas, la ruptura de la red de gas que dejó a los manizalitas sin ese servicio básico para cocer los alimentos y mover su sistema de transporte y el lamentable estado de su red vial, que ante cualquier aguacero aísla la ciudad de amplias zonas del departamento y del país. Se preguntarán los manizalitas: ¿cuáles son las dos plagas que nos faltan?
Podrán sacudirse del Faraón de la corrupción para contar con planes de contingencia, sistemas de acueducto alternos, verdaderas carreteras, alarmas que funcionen. Hay Manizales del alma, tus problemas van más allá del invierno.