Manizales exige claridad ante tragedia
Investigadores judiciales realizaron una inspección en la zona de la tragedia para encontrar las causas de la avalancha que hasta ahora deja sin vida a 48 personas y a 153 familias damnificadas.
La pertinaz lluvia y cada segundo que pasa han jugado en contra para que 400 socorristas puedan hallar con vida a nueve personas que siguen atrapadas en medio del lodo en el barrio Cervantes, de Manizales.
En la zona de la tragedia ayer, en tres oportunidades, sonó la sirena de emergencia porque la montaña amenazó con venirse, otra vez, abajo. Pero los rescatistas, a riesgo de perder sus vidas, milímetro por milímetro, en cada oportunidad reanudaron la labor de escarbar y escarbar hasta hallar cinco cuerpos.
Tampoco cientos de voluntarios se fueron, y con picos y con palas le dieron una mano a los hombres de la Cruz Roja, del Ejército, de la Defensa Civil y de Bomberos, que llevan cuatro días en este barrio que se lo tragó la tierra.
Aún no se ha establecido oficialmente la causa de la tragedia, pero un grupo de 20 hombres de la Sijín y del CTI parecen tener la clave de lo que aquí pasó, mientras una ciudad entera exige claridad de porqué 48 de los suyos murieron aplastados el fin de semana por una avalancha de lodo.
Precisamente ayer, a las 5:00 de la tarde, los peritos hicieron una inspección judicial en el lugar donde se reventó la tubería y que, según algunos sobrevivientes, fue la causa de que se desprendiera la montaña.
O así lo asegura doña Yolanda Noreña Salazar, quien pudo salir con vida junto con su esposo e hijo y quien perdió a una hija de 16 años.
"Llevaban una semana reparando allá arriba un tubo y ese fue el causante de esto, no el aguacero de esa noche porque primero se vino una avalancha de tierra seca y luego la de lodo y agua".
Así también lo explicó Marta Marina Zamora, quien vive en Cervantes desde hace 40 años. "La semana pasada pasé por ahí y estaban los de Aguas de Manizales con esa maquinaria taladrando. Había funcionarios rompiendo ahí".
Al respecto, la Gerencia de Aguas de Manizales, entidad encargada del mantenimiento de la tubería, hasta ahora no se ha pronunciado sobre estas y otras denuncias.
"En estos momentos se está haciendo una investigación interna en todas las instituciones para saber qué fue lo que pasó. Tengo entendido que Corpocaldas está revisando la situación como Aguas de Caldas y mientras tanto nosotros nos centramos en atender a todas estas personas que resultaron afectadas", dijo Julián Vasco Loaiza, secretario de Gobierno del Municipio de Manizales.
¿Hubo o no alerta?
Carlos Iván Márquez, director de Gestión del Riesgo del Ministerio de lnterior, insistió nuevamente en que el 30 octubre se emitió una alerta roja en el barrio Cervantes ante el incremento de las lluvias.
Y pidió celeridad en una investigación a fondo para establecer por qué no se ordenó la evacuación de las viviendas.
Pero cosa muy distinta afirmó Carlos Alberto Marín, director del Cuerpo de Bomberos de la capital de Caldas.
"No existía una alerta roja, eso no es cierto, las autoridades sí estábamos al tanto sobre riesgos en toda la ciudad, pero el barrio Cervantes hasta ese día no estaba en peligro".
A las 6:30 de anoche, en Manizales doblaron las campañas de las iglesias por las familias que se perdieron para siempre en la aurora de una mañana lluviosa de sábado.
Y en las callejuelas del barrio Cervantes, una madre con el corazón adolorido esperaba a que se escucharan los gritos de los socorristas cuando sacan a una persona con vida.
Pero ayer, al filo de la medianoche, solo se escuchó el frío crujir de las retroexcavadoras.