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MI DEMAGOGO FAVORITO

23 de julio de 2013

La demagogia es, sin duda, la estrategia más eficiente de los políticos para obtener el apoyo de sus votantes.

Para ganarse el favor de los electores, lo más común es escuchar deliciosos discursos en los que los políticos emiten reconfortantes expresiones que se aprovechan de nuestros recuerdos, miedos, necesidades, sueños y esperanzas.

Aunque existen muchas clases de demagogos, esta vez no tocaremos a los que aseguran entender el lenguaje de los pajaritos.

Tampoco nos referiremos a quienes alegan que la recolección de basuras sale muy barata si se la encargamos a empleados públicos.

Para qué ocuparnos de esos demagogos primíparos si podemos dedicarnos al demagogo mayor, que sin duda es, el más sofisticado y profesional demagogo del mundo.

Durante la crisis causada por los paros y los bloqueos hemos podido ver que los ministros y los miembros de la Unidad Nacional son neonatos en demagogia, que con dificultad usan una o dos técnicas para enredar.

Afortunadamente, contamos con un profesional en el arte de la demagogia, quien nos mantiene hipnotizados, utilizando en cada discurso retórica fina, en la que articula sutilmente todas las siguientes técnicas de la demagogia:

Solo un demagogo profesional, sin ir al lugar del paro, desde lejos, congela los problemas, utilizando estadísticas fuera de contexto, que hablan de mejoras en indicadores de crecimiento y empleo, que nunca se percibirán en el lugar de la protesta. Evadir el tema principal del paro, dando solo opiniones sin relevancia, sobre la moralidad de los líderes de la protesta, ha sido clave para desviar, por ser una técnica de los demagogos llamada falacia.

Para qué resolver los problemas, si es mejor utilizar la estrategia de la demagogia denominada demonización, asociando a un reconocido senador con la violencia de los paros y con las Farc.

En medio de las protestas fue una muy buena idea utilizar la táctica de despiste, y viajar a Europa para darse pantalla con los Juegos Olímpicos de la Juventud.

Plagados de bloqueos, solo a un demagogo de alta alcurnia se le ocurre utilizar la técnica de manipulación del significado para hacerles creer a los colombianos que son las iniciales de su nombre, JMS, las que contienen la clave del país ideal: JUSTO, MODERNO y SEGURO.

Cambiar la palabra SEGURIDAD por PROSPERIDAD para menoscabar el prestigio de quien le consiguió trabajo es una vieja técnica de la demagogia conocida como redefinición del lenguaje.

Repetirles en cada discurso a los colombianos que quienes no le alcahuetean su invento de los diálogos de La Habana están a favor de la guerra, es conocido en demagogia como falso dilema.

Este demagogo es mi favorito porque cuando habla, me deja tranquilo y todo parece funcionar perfecto.