Histórico

“No tengo estilo”: Alejandro Zaera Polo

El decano de Arquitectura de Princeton considera sensual a la arquitectura latinoamericana.

31 de agosto de 2012

Sin estilo, enemigo del aire acondicionado, quiere eliminar Dubai y “traerse a todos sus habitantes para Medellín”, fue nombrado hace poco decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Princeton en Estados Unidos. Es Alejandro Zaera Polo y en su primera vez en Colombia estuvo en ExpoCamacol 2012 y habló con El Colombiano de lo que es ser arquitecto en el mundo de hoy.

¿Cómo define su estilo arquitectónico?
“Yo no tengo estilo, soy de la generación de arquitectos que abandonaron su estilo como forma de trabajo. Los arquitectos que tienen entre 65 y 80 años, crecieron en la idea de tener un estilo, una firma y eso es lo que aún venden, como si fueran una marca de ropa. Yo hago parte de esos que buscamos un producto de calidad hecho específicamente para un lugar. No me interesa que mis proyectos se parezcan”.

Entonces, ¿cómo es la relación con sus clientes?
“Un proyecto bueno no existe sin un cliente bueno. El mejor proyecto es el que incorpora los deseos del cliente y la comunidad. Por eso, si me llegan con un proyecto en el que tengo disponible el dinero del mundo y que puedo hacer lo que me dé la gana, no sabría qué hacer, pues me hacen falta las expectativas de quien me contrata”.

¿Se puede definir una arquitectura latinoamericana?
“Hay unos parámetros que definen la arquitectura que ya está construida en Latinoamérica. Tiene ciertas características relacionadas con su clima, que es más benigno, y con unas tecnologías menos sofisticadas, de ahí que se use tanto el hormigón y ladrillo. Diferente al modernismo europeo donde hay más acero. Eso le imprime una sensualidad que no hay en otra parte”.

¿Vamos a tener una arquitectura globalizada?
“No, para hacer un proyecto se mezclan el grandísimo abanico de tecnologías que existen con el ambiente de cada lugar específico, así se crean construcciones siempre diferentes. La idea es optimizar las oportunidades de cada lugar”.

¿Cuál es el papel del arquitecto en la conciencia por el planeta?
“Es muy importante, los arquitectos somos los responsables de imaginar y comunicar al público cuál es la forma ecológica de vivir. La hacemos deseable, estética e interesante. La arquitectura sirve para convencer suavemente sin tener que obligar.

Pero no lo puede hacer todo, sino que también hay que tener en cuenta al cliente y a las autoridades, que tienen que ayudar a hacer más fácil que este tipo de construcciones se hagan”.

¿Qué tiene contra el aire acondicionado?
“ Es una estupidez tener esos climas absolutamente controlados gastando energía. Nos han educado para pensar que el modo ideal de vida es tener una casa de vidrio con aire acondicionado, pero nosotros tenemos que mostrar que no lo es y que a lo mejor lo más eficiente es volver a las casas tradicionales hechas de materiales tradicionales. Yo creo que para que el mundo sea sostenible tendríamos que eliminar Dubai y traerse a todos los habitantes de esas zonas para Medellín, en vez de estar pagando millones en aire acondicionado que gastan exagerada energía para vivir en un lugar insostenible como lo es el desierto”.

¿Qué hace a un edificio memorable?
“Es importante que haya algunos edificios que tengan papel de liderazgo social, que se conviertan en pequeños laboratorios de la evolución cultural de una ciudad. Pero eso no lo hace sólo el arquitecto sino que se logra porque esas estructuras son capaces de albergar estilos de vida que una determinada cultura tiene que tener”.

Un lugar de Medellín...
“El Complejo Acuático, en la Unidad Deportiva Atanasio Girardot: me impresionó su transformación no solo del lugar en sí, sino también de su alrededor. Es un cambio en la conciencia de la gente. La ciudadanía lo usa y lo acepta de un modo que hace mucho tiempo no veía, que en Europa casi no se ve, es aceptación masiva”.